Carta Opinión de la fAu| Asesinato de Carlo Giuliano, Génova, el global-imperialismo | julio, 2001

Declaración enviada a los medios de comunicación. Fragmentos de ella fueron leídas en algunas radios

Sr. Director de ……………………………………………………………

Le solicitamos tenga a bien publicar la siguiente declaración

Génova, el global-imperialismo.

Cuando crece la resistencia y la esperanza

Los pueblos van diciendo ¡basta!. El proyecto neoliberal fue diezmando el universo de los que viven de su trabajo. Atacó sistemática y despiadadamente la situación de los pobres del mundo. Trajo torrentes de miseria. Trató de que no quedaran en pié fundamentales conquistas que los pueblos ganaran con sacrificio y sangre.
Ayer terminó la reunión de los representantes de los poderosos y de la infamia.
El G8 fue repudiado por una multitud de 300 mil personas que bien expresaron el rechazo indignado y los anhelos de nuestros pueblos. Un hecho histórico que hay que registrar.
No pudieron acallar ese grito popular: el tremendo despliegue militar, el terrorismo orientado desde el Estado, los apaleamientos, las cercas, los muros de cemento, los allanamientos, las balas.
El joven Carlo Giuliano asesinado por la policía y centenares de heridos, algunos de gravedad, es el saldo represivo. Ya hablan de realizar este tipo de reuniones en un Crucero en medio del océano. Crece la indignación mundial y sienten que se les va terminando tanta impunidad mezquina y asesina.
El capital financiero, las grandes multinacionales y megaempresas, han contado con el poder del Estado y la correspondiente penetración ideológica para ir desarrollando su conocido proyecto básicamente genocida. Un proyecto diseñado para aumentar el poder y la riqueza de los de arriba y producir poblaciones «sobrantes».
La superexplotación, la desocupación, formas de esclavitud laboral, comenzaron a ser moneda corriente. La acompañaron el cipayismo político, la genuflexión, ideologías de desesperanza y de brutal egoísmo. Intentaron la fragmentación, la destrucción del tejido solidario, acabar con la capacidad de soñar y luchar de la gente. Quisieron construir un mundo gris, miserable, donde esté premiada la rapacidad, la corrupción, el envilecimiento. Ganaron terreno en las esferas de los que, en los hechos, fueron cómplices o partícipes del sistema y su actual modelo.
El G7, después G8, y los organismos internacionales que instrumentan su política: Banco Mundial, FMI, Organización Mundial del Comercio, fueron centros principales de esa mostruosa política que hoy concocemos y padecemos y cuyo voracidad parece no tener límites.
Quisieron establecer como cosa común la opresión y su contrapartida la resignación. Pero no lo han logrado y no lograrán jamás. Hay distintas manifestaciones de resistencia en multitud de episodios de diferente grado en diferentes lugares. En nuestra América Latina, por ejemplo, están esos recientes y resaltantes acontecimientos de Argentina, Bolivia, Ecuador.
Esa clase que detenta el poder, que no quiere que así se le designe (y que los «bien educados» no lo hacen), no tendrá paz en su inhumano y cruel proyecto que deja a ojos vista el «alma» del sistema.
Contra la opresión la resitencia y la esperanza de un mañana de libertad y justicia.

Arriba los que luchan
Por Federación Anarquista Uruguaya: Fernando Charamello – Juan Pilo

 

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