Los pulpos del comercio internacional.

Todo empieza en el Fondo.A veces nos preguntamos en que punto se puede anotar el comienzo de esta política entreguista que nos marca hoy. Quizás la forma más cercana que se puede marcar es la del fin de una economía de sustitución de importaciones, forma eufemística de llamarle a la intromisión de productos extranjeros, industrias extranjeras e inversores extranjeros. Ello viene con una política blanca, dada por el ministro Azzini, que introduce en el Uruguay la presencia del FMI con sus prestamos y condicionamientos que supuso para el trabajador no solo mantener a los patrones e inversores uruguayos sino que se le agregaba una nueva camada de parásitos ubicados en no se sabe que parte del mundo.

Comienza a marcarse una política de recortes a la enseñanza, a los sueldos, a los servicios sociales, control de los conflictos, etc. Sucesivos gobiernos aplicaron fielmente las directivas del Fondo, con una notoria diferencia, en cada gobierno era peor. Al empobrecimiento de la sociedad se agregaba un acrecentamiento de los conflictos y un acrecentamiento de la represión que se sucedió durante varios años. Durante el pachecato se produce un aglutinamiento de los sectores más reaccionarios  incidiendo sobre el gobierno, produciendo el cierre de diarios, apaleamiento de las manifestaciones y comienza la aparición de los muertos en la calle como consecuencia de la resistencia de la gente a esta política.

Bajo la intención de USA de mantener el dominio de toda esta zona, el proceso evoluciona hasta imponerse dictaduras o gobiernos reaccionarios acorde acordes a los planes que tenían trazados. Las dictaduras alcanzan varios países de Am. Lat. con su secuela de presos, desaparecidos y muertos, a lo que se agregaba un verdadero desastre económico. Lo que tenia que ser algo que acrecentara la rentabilidad se transformó en cierre de fábricas, desocupación, miseria y disloque social que por momentos fueron rayanos en una revolución.

La pérdida de la guerra de Vietnam y la queja de sus socios europeos hacen que el imperialismo yanqui entre a considerar si el camino que se había transitado había dado los resultados esperados para su economía y la de sus socios.

 

La elección entre comerciar o garrote.

En 1975, pleno período de dictadura en el Uruguay y en otros países de Am. Lat., se reúnen en Rambouillet, Francia, las cabezas de estados y gobiernos de: Alemania, Italia, Japón, Inglaterra, Irlanda del Norte (¿), EE.UU. y Francia. Ello con  la intención de un “intercambio de perspectivas acerca de la situación económica mundial””porque tenemos ideologías y responsabilidades comunes.” Pero por si alguien le cabe dudas enseguida se marcan las diferencias. “El crecimiento y estabilidad de nuestras economías ayudarán a la industria del mundo entero (sic)””nosotros nos proponemos jugar nuestro papel completo y reforzar nuestros esfuerzos para una cooperación internacional más próxima y un diálogo constructivo” “El propósito de nuestra junta es revisar nuestros progresos, identificar más claramente los problemas que nosotros necesitamos sobrepasar en el futuro, y establecer el curso que tomaremos en los períodos que vienen.” “Sin embargo, reconocemos la necesidad de sostener vigilancia y adaptabilidad de nuestras políticas.” El rol economisista jugado por el FMI con sus préstamos y sus exigencias, había provocado un deterioro general en la economía de la mayor parte de los pueblo dando lugar a huelgas generalizadas, resistencia de variadas formas y guerrillas, por lo que la labor de aquel fue complementada con el accionar de los militares. Lo que no se aceptaba como exigencia del FMI se trataba de que fuese aceptado por el garrote, respondiendo así al significado de “vigilancia y adaptabilidad de nuestras políticas”.

Los grandes ganadores en todo este período fueron las redes de los financistas y de alguna manera lo siguen siendo. Los militares  eran borregos prescindibles, su rol estaba asegurado por algunas ambiciones personales cuando no como en el caso uruguayo actuaron como cuerpo institucional con actividades criminales, pero su rol de defensa de las normas de inversión fueron las mismas.

Rambouillet fue una fórmula de acuerdos ejecutivos y habrían de pasar diez años antes que se empezara a marcar el efecto dependiente de esas dictaduras y se comenzara a anotar su carácter prescindente de los trabajadores y de la sociedad en general, en la medida de que así se expresaban públicamente y descaradamente.

Cientos de miles de presos en muchos países, muertos, desaparecidos por millares, torturados, etc., fue el saldo de estas represiones mientras los cuerpos y las redes financieras siguieron su camino rampante, donde hasta los propios empresarios habían sido dañados y que de alguna manera eran sus socios inmediatos.

 

Las infamias de el AMI

A la mitad de los años 80, consorcios, empresas financieras, y grandes financistas conforman el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI), acuerdo que aunaba  los intereses financieros para proveer a sus empresas de mayores derechos y menos deberes en la cobertura de sus inversiones en el extranjero. De esta organización  participa las dos terceras partes de los consorcios y financieras a nivel mundial dándole así una gran expresión a los intereses capitalistas dominantes. Con este viento en la camiseta es que el AMI  se lanza a tratar de lograr una equidad entre los gobiernos de los países receptores de inversiones y las corporaciones, muchas veces condicionando de igual a igual  el estado político interno. Desde la aplicación del FMI, los países y sus respectivos gobiernos habían ido perdiendo su capacidad de controlar el tipo de inversiones y como estas se realizarían, pero ahora se comienza a dictaminar que condiciones les debe dar el país receptor llegando esto hasta tener formas legislativas. Tan es así que se llegó a financiar a legisladores que estuviesen dispuestos a defender sus intereses, y esto dicho sin mayor tapujo. Fueron capaces de dictar normas de los contratos de compañías extranjeras, cuantos puestos de trabajo para los nativos, cuantos los extranjeros, condiciones territoriales, infraestructura, existencia de materias primas locales, zonas francas, limitaciones de los salarios, etc.

Es también bajo estos peregrinos sesos que nace la idea de la privatización a la cual se le pretende insuflar un contenido ideológico universal, mientras se pretendía negar las ideologías. Pero en la práctica se tradujo en la adquisición de empresas nacionalizadas o estatificadas, limitar al máximo la actividad de las cooperativas y de toda forma colectivizada de producción que supusiese poner en peligro la propiedad privada.

Ello trajo como consecuencia de una recarga sobre los trabajadores porque cuando las empresas privatizadas dejaban pérdidas apelaban a la subvención del estado para cubrir sus pérdidas. Allí en los países donde se tomó en serio esta propuesta terminaron en un verdadero desastre económico que todavía están por reponerse, llegando incluso a perder la poca incidencia que tenían sobre su economía, se acentuó su dependencia.

Durante este período también se da la actividad del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) Acuerdos Generales de Aranceles Aduaneros y Comercio que venia actuando desde 1948. Su función era la de establecer cierto equilibrio entre el comercio y los aranceles de distintos países. Como es lógico se establecía una diferencia entre los países ricos y los países de una economía más modesta, entre la voracidad de los países desarrollados y los países de menor desarrollo. Entre burgueses andaba la cosa, pero con todo surgen diferencias de carácter político que el GATT no está en condiciones de solucionar como podía ser los planteos generados por el AMI, y termina desapareciendo con la aparición de un viejo organismo que funcionaba desde 1948, OIC (Organización Internacional de Comercio) y que ahora se hace llamar OMC (Organización Mundial de Comercio)

Durante este período surge también a lo largo de distintos países movilizaciones y protestas de la población por las condiciones de trabajo que se le trata de imponer y que casi todas tienen un patrón común: mayor ganancia a toda costa, sin importar el costo humano, económico y cultural.

 

El nacimiento del ALCA.

Después de demostrarse el fracaso de la Alianza Para el Progreso, con sus intenciones de apropiación y explotación que se quedan en una formulación a nivel solo político, comienza ahora a desarrollarse una segunda fase.

En 1995 se realiza en Denver (Colorado, USA) la Cumbre de las Américas donde se comienza a instrumentar las formas en que se ejecutarán los proyectos del capitalismo internacional para América Latina. De ella participan todos los gobiernos reaccionarios, vinculados y representantes a la  banca y la industria.

“Nosotros, los ministros responsables del comercio, en representación de las 34 naciones que participaron en la Cumbre de las Américas, nos reunimos en Denver para celebrar, según el mandato de nuestros Jefes de Estado y de Gobierno, la primera Reunión Ministerial de Comercio. Acordamos comenzar inmediatamente un programa de trabajo para preparar el inicio de las negociaciones sobre el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en la que se eliminarán progresivamente las barreras al comercio y la inversión (así nomás, cortito y sin anestesia). Un verdadero regalo de los gobiernos al tiburón, pero por si alguien se inquieta, tratan de tranquilizarlo diciendo que el Plan de Acción “…no levante barreras a otras naciones y represente un compromiso global que integre todas las obligaciones y derechos mutuos.”

Ni una palabra sobre la opinión de los pueblos sobre lo que se le estaba endilgando y pasan inmediatamente a elaborar un programa inicial de trabajo, con un plan de acción, procedimientos aduaneros, grupo de trabajo de inversiones, normas técnicas, etc., sin tener en cuenta las grandes diferencias existente entre los países industrializados y los pequeños países en vías de desarrollo.

Todo esto fue elaborado teniendo en cuenta la experiencia de estudios económicos hechos por el GATT y por la OMC a o largo y ancho del mundo.

El acuerdo de Denver está referido a América, pero el trasfondo que lo impulsaba era el mismo que había sido elaborado por el AMI, obviar las problemáticas sociales en función de la ganancia y la cosificación de los trabajadores reduciéndolos a meros objetos prescindentes según las necesidades de las empresas.

Durante los últimos 10 años los trabajadores de muchos países habían realizados manifestaciones denunciando esta perspectiva que se ceñía sobre el mundo laboral. Uno de los mayores encontronazos se precisamente en Seattle (USA, 1999) donde se denuncia la perspectiva que se avecinaba siendo la respuesta una gran represión.

La resolución de la operatividad del ALCA y su instrumentación fue un verdadero arte de contrabandear una entrega, pero eso no evitó que en los años subsiguientes los pueblos se movilizaran a lo largo y ancho de toda América Latina rechazando este proyecto.

 

La reunión de Brasilia

Se provoca así en todos los gobiernos de L.A. una preocupación por el estado de movilización de los pueblos y los movimientos populares ante la incertidumbre que venían  dejando con relación a su porvenir y al proceso de exclusión que se estaba desarrollando. En el 2000 se desarrolla en Brasilia una reunión de presidentes para tratar los problemas de la región donde el primer tema es la “Paz Suramericana, lo que estimulará continuamente la profundización del diálogo, teniendo en cuenta incluso los aspectos humanos, económico y social de la cuestión”. En fin, parecía que la gente iba a ser tomado en cuenta al final, pero enseguida vienen los detalles: “Los Presidentes de América del Sur concordaron en estrechar la cooperación en los campos de la inteligencia, las operaciones policiales, del control al tráfico…”.

En Brasilia se cocinan los rudimentos para la concreción de la  penetración consorcios-empresas abriendo la puerta hasta el terreno de las infraestructuras regionales.

En la reunión de Buenos Aires en el 2001 se sigue profundizando los ítem que comprende el trabajo del ALCA, tratando de llevarlo a un nivel de aceptación por parte de la población, comprendiendo el dominio de los más variados temas. Pero allí se llega definitivamente a establecer las comisiones para cada rubro: “guiar el trabajo de las distintas entidades del ALCA, procurando mantener un avance equilibrado en todas las áreas de negociación, conforme a sus objetivos y mandatos”.

Aquí ya está definida por la vía de los hechos la existencia y aceptación de IIRSA, organismo en el que ya se entra directamente a su instrumentación como parte de una política capitalista largamente pergeñada. Este supone el montaje de toda la infraestructura en la zona de existencia de las materias primas para la industria y además la posibilidad de desarrollo de las comunicaciones y transporte más allá de las fronteras, mientras se acentúa el control de las fronteras para los habitantes. De hecho ya es una forma de ocupación socavada, los pueblos pierden totalmente la capacidad de decisión política sobre su vida.

 

El rol político del G-8.

La reunión en Evian del G-8 en el 2003, da la opinión de los países industrializados sobre este proceso que se venía dando, no solo en A.L., sino en todo el mundo. “Para apoyar crecimiento (¿?), las economías necesitan sistemas legislativos sanos, la regulación eficaz y practicas trasparentes del gobierno corporativo”. “Las autoridades gubernamentales deben asegurarse de que los reportes corporativos le sean de ayuda en monitorear e identificar la vulnerabilidad del mercado. La confianza es un elemento clave para el funcionamiento de la economía de mercado”. Y siguiendo con este mismo tono paternalista de los “patrones de los patrones” agregan: “Continuaremos trabajando para la protección de inversionistas, la conformidad reguladora realzada y la aplicación de una ley vigorosa, incluyendo ayuda fronteriza comprensiva (¿)”.

El ALCA en América latina ya ha rebasado todas las fronteras y la presión sobre los países y sus respectivos gobiernos ya llegan a niveles de verdadera irrespetuosidad y subestimación. Los grandes consorcios se moverían libremente a lo largo de toda América sin restricciones y con la posibilidad de apropiarse de las riquezas de cualquier país sin tener en cuenta los efectos que ello tendría sobre los pueblos.

No obstante de tener el rechazo de los pueblos el proyecto ha seguido adelante con la complicidad de los respectivos gobiernos y en muchos casos por encima de los gobiernos, que han perdido posibilidad de incidencia en el proceder de las empresas internacionales.

Esta movilidad de capitales y mercancías  no tiene correspondencia con la movilidad de la gente por los países industrializados. La “cortina de hormigón” que ha comenzado a construir EE.UU. para evitar la inmigración de desocupados o las leyes de inmigración que se han aprobado (también en Europa) forman parte de todo este cuadro marcado en el G-8 y su “ayuda fronteriza comprensiva” que pasa al TLC y de allí al ALCA. Los pobres tienen derecho a ser pobre en sus propios países, mano de obra barata en sus propios países y pasar hambre en sus propios países, pero no disfrutar de la riqueza apropiada a sus países y si es posible no desarrollar la producción en sus países.

Pero todo este proceso no viene solo, viene acompañado de formas jurídico-políticas, resultados de presiones de los grandes países industrializados, sobornos y amenazas dedicadas a la contención de mercado y comercio de nuestros países.

Logran así una colonización consentida por los gobiernos de turno y además y por la duda, acompañado del montaje de bases militares en los países latinoamericanos. Nuestro caso más reciente el  de Santa Catalina, donde incluso se habla de la creación de un puerto de aguas profundas que solo serviría a los grandes barcos de guerra y que precisamente serían los de EE.UU.

 

La entrega que se nos viene.

El rechazo por parte de la población del TLC no significa que este desaparezca de la escena, lo mismo que ALCA, sino lo que se da es lo que se ha dado tantas veces a lo largo de los años, se cambia el nombre de los organismos pero el país sigue atado a los compromisos contraídos. La Aparición de el TIFA (Trade and investment Framework Agreement) Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones, es seguir tratando los mismos problemas en la misma forma pero con anestesia. En vez de discutir el TLC en términos globales,  se trata tema a tema para ir adaptando a la población para aceptarlo.

Este ha sido un mecanismo consultivo donde se discuten temas de intercambio comercial y de garantía de inversiones con aquellos países que están en la etapa inicial de su vinculación al TLC.

Dentro de la OMC el TIFA está considerado un organismo del TLC, pero más lento y sin necesidad del consentimiento del parlamento, y su función es de adiestramiento a los gobiernos y los pueblos, ayuda a los integrados a adquirir el conocimiento comercial dominante, conocimiento de las instituciones que lo componen y el ajuste de las leyes que favorezcan las economía de las empresas internacionales.

En otras palabras, es el mismo formato de comercio internacional que se viene imponiendo desde hace más de cincuenta años pero al cual se le va cambiando la careta para evitar consolidaciones de la población ente las políticas antipopulares.

Cortando corto y preciso, con el TIFA se nos viene una gran entrega que afectará al movimiento popular y el pueblo en general, ya que de otra forma no se le puede llamar.

 

Independencia pero con lucha.

Este proyecto del capitalismo internacional empezó hace más de 50, años desde ante del nacimiento de FAU y nuestra lucha estuvo coloreada por esta situación, No era que se fuera a solucionar con una burguesía nacional, no era que se fuera a solucionar con proyectos políticos de concepciones locales, si no se enfrentaba como proyectos políticos que tendieran a la eliminación del capitalismo, no existiría solución.

Hoy existe una situación que se presenta a varias puntas:

1)                      Los grandes consorcios financieros e industriales han logrado una paridad de poder a nivel de la política imperialista, capaces de presionar sobre las naciones y prescindiendo de los efectos que causen y limitándose a sacar un máximo de ganancia.

2)                      Los estados se muestran débiles ante esta situación, no están en condiciones de convencer ni de exigir, si es que acaso esto sirviera para algo. Los grandes consorcios capitalistas e imperialistas tienen una fuerza de incidencia globalizadora que es muy difícil para un estado revertirla por los medios formales.

3)                      La posibilidad de que los políticos elegidos, el electorado, el elector y los partidos políticos incidan sobre esta situación es mínima. Solo les queda someterse a las directivas globalizadoras o vivir presionados y marginados. Les queda entre elegir entre TLC o un TIFA, que es lo mismo lo uno que lo otro.

4)                      El movimiento popular es el que tiene la posibilidad de elegir el camino en sus manos, puede desarrollar sus conquistas por la vía de una lucha organizada e inmediata por medio de sus sindicatos, centros estudiantiles, barriales, de derechos humanos, etc., que son pasibles de marginar la complacencia o presión que exige o ejerce el capitalismo.

5)                      Nosotros solo hemos citado algunos textos y documentos, Pero en realidad el estudio desarrollado y las normas establecidas por el capitalismo internacional es mucho más grande que el que citamos y abarca intenciones de apropiación en el mundo entero, tanto por parte del imperialismo yanqui, como de sus socios que integran el G-8.

La acción que desarrollen los pueblos en sus respectivos lugares son los único que pueden dar por tierra con este Proyecto del capitalismo internacional.

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