Solidaridad con el pueblo Venezolano – Contra todas las formas imperiales, y más los yankis!

No ha bastado un premio nobel de la paz ni las más artificiales aristas populistas para tapar o apenas maquillar el rostro aguerrido e incesante del imperialismo norteamericano. Obama, el hombre de la paz, no deja puerta entre abierta ni deja de prestar atención en América. La multifocalidad de control y atención de Estados Unidos sobre lo que acontece en el mundo no permite escape aparente a gran escala, aún con la concentrada dedicación político militar en medio oriente, Rusia, China.

Ha sido declarada Venezuela como enemiga de Estados Unidos mediante un decreto del propio Obama. Muchas preguntas surgirán buscando la retórica sobre cómo ese gobierno que ha incrustado su historia en guerras contra pueblos en todas partes del mundo, pueda cuestionar y salir como garante de un proceso de diálogo y todavía con el gobierno colombiano de aliado.

Claro que interesa el petróleo y la cuenca del Orinoco, claro que interesa mucho para norte américa controlar las nuevas alianzas que se tejen en el caribe con subsidios para países que el gobierno venezolano quiere promover como nuevos aliados comerciales. Claro que interesa todo lo que pueda significar un agotamiento de los recursos energéticos de China. Pero para llegar a eso se deben de nutrir de varias acciones. Acciones que van a orientarse hacia donde tienen los peores problemas: el campo de lo ideológico.

Lo han hecho con sabotajes de todo tipo y conspiraciones de cualquier alcance. Poco asombraría cuando hablamos de la presencia norte americana en América del Sur este hecho con la gravedad que reviste, y aún menos en Venezuela que mantiene en memoria no sólo el secuestro al ex presidente Hugo Chávez de entintada huella yankee, sino todo un largo recorrido de intromisión mediante agregados diplomáticos, culturales y militares de todo tipo, fundaciones y ONG truchas bancando la oposición, y los etcéteras más conspirativos y asesinos que estas historias ameritan.

Todo pareciera indicar que en esta etapa se han enriquecido mucho más las relaciones y acciones entre la derecha latinoamericana y EEUU. Hablamos de la derecha rancia latifundista y apoderada de los medios de comunicación; la derecha que no tolera ni permite el avance en materia de derechos humanos, la que inviste de impunidad todos los territorios en pasado y presente. Los aterrizadores de lo que fuera el neoliberalismo de comienzos de los años 90, son ellos los que crítican y buscan exterminar las asistencias sociales, las ínfimas políticas de atención en salud, la continuidad ultranza de las privatizaciones en su versión más radical. A ellos los ha tocado bastante la ley de medios en Argentina y la detención de los torturadores y genocidas del plan cóndor. A ellos les molesta y muchísimo las detracciones en la producción agropecuaria, que les toquen un solo centésimo aunque acumulen millones por día.

Y allí como si nada y sin recoger piolines sobre su pasado reciente y bien recordado Obama, el ejecutivo norte americano, no solo declara enemigo a Venezuela sino que se ofrece como garante a las negociaciones. Esas negociaciones entre partes del gobierno y la derecha de ribetes golpista y con observadores como EEUU y Colombia. No buscarán otra cosa que adelantar las elecciones nacionales o habilitar algún mecanismo desestabilizador, coleteo mediante y constante de los servicios de inteligencia CIA. Nada le vendrá mejor que intervenir desde allí, desde su propio seno donde la confrontación popular también sale a las calles.

 

Y hay algo que EEUU no quiere, y no es menor, hasta podríamos decir que es lo neurálgico del asunto en cuestión. ¿Sólo le interesa al poder de Obama una administración distinta del petróleo del Orinoco?, ¿Contra qué y quiénes deberá dar la batalla última y definitiva?. La preocupación sin duda desde el ángulo ideológico es la resistencia a la total dependencia yanqui que significan los diferentes bloques políticos formados en esta área. Bloques que aún desde una misma estructura capitalista quieren más independencia respecto a los yanquis. Eso es lo que precisamente molesta al gobierno de la Casa Blanca de Washington. Quieren disponer de su patio trasero a su antojo y en coherencia con su estrategia de gendarme mundial y de disponer de las riquezas de estos lugares sin resistencia de sus subordinados.

No podrán mientras el pueblo reivindique su soberanía y autodeterminación. Soberanía que no admite espacio para la ingerencia asesina de la historia negra de la CIA y las políticas imperiales norteamericanas. No hay lugar para ello con un pueblo fuerte, empoderado, con memoria. No hay sitio para la conformidad y sí para la resistencia. Así lo indican los medidores de opinión que hasta los que más se corresponden con CNN, New York, y Washington indican que existiría un rechazo casi total, unánime, en la población venezolana a una intervención colonialista norteamericana. Algo hay allí, algo se ha producido que se puede ver, algo ha dado contenido a tanto tiempo de opresión y saqueo.

Porque es un enemigo claro el imperialismo norteamericano, el que recuerdan nuestros pueblos desde la memoria inmediata hasta las anteriores. Y es bastante lo que en estos momentos se sale a defender en Venezuela, aunque las más rotundas críticas puedan decir que se trata de un puñado, un manojo de conquistas populares, a fuerza sí del movimiento popular. Ellas también en clave de empoderamiento de los de abajo y en los barrios obreros.

Basta de intervención norteamericana en América!.

Contra todo imperialismo, y más el norteamericano!.

Por procesos populares que apunten desde abajo a la construcción de un pueblo fuerte!.

Arriba los que luchan!!

federación Anarquista uruguaya

 

 

Sobre fau