¡Sobre el crimen,
Sobre el dolor, sobre la misma muerte!.
Erguidos ante el mal como peñascos.
Ante la ola.
¡Aquí, de nuevo, todos!;
resueltos como ayer, firmes sin mengua.
Luchadores con fe que nade abate;
¡Dijérase banderas,
Banderas de justicia,
De luz, de amor, sin miedo desplegadas.
Hacia todos los vientos de la tierra.
Alberto Ghiraldo.