Ante las movilizaciones desatadas por los seguidores de Bolsonaro, en un claro intento de exigencia de intervención Federal según el artículo 142 de la Constitución Brasilera – el cual no es más que una forma indirecta de pedir un golpe de Estado militar – declaramos:
- Nuestro más enérgico rechazo a las manifestaciones de sectores de extrema derecha y los planteos golpistas y/o de intervención militar
- Estos sectores que hoy pueden llamarse “Bolsonarismo” y que electoralmente se manifiestan en el Partido Liberal, han calado muy hondo en la sociedad brasileña, y lamentablemente interpretan el sentir de un importante sector de la población. El trabajo de las iglesias evangélicas de nuevo cuño, los discursos xenófobos, antipobres, de odio, pro dictadura y golpistas, como así también ultra machistas y autoritarios que se han esparcido desde los actos políticos y medios de prensa permeando todo el tejido social; y las acciones patronales contra los trabajadores y el pueblo, han generado este monstruo.
- Entre otros factores podemos mencionar, no sin menor responsabilidad, al progresismo y el discurso liviano en lo ideológico del PT y Lula, donde han pactado con “dios y el diablo” para ganar estas elecciones, las cuales ganaron por muy ajustado margen. Lula ha pactado con la centro- derecha y el empresariado industrial del centro del país; prueba de ello es que el vicepresidente electo es Alckim, candidato en varias ocasiones de la burguesía en forma directa. El PT repite el mismo esquema que en el segundo mandato de Dilma, siendo Temer el vicepresidente, quien luego lideró el “golpe blando” y abrió el camino al ascenso de Bolsonaro. No es con discurso y postura democrático-liberal que se enfrenta a estos sectores fascistas en lo ideológico. Bolsonaro ha desplegado un régimen proto -fascista a lo largo de su presidencia (2019-2023) y ello no ha sido enfrentado en la calle por el PT ni los movimientos sociales, que lamentablemente, se hallan subordinados a dicho partido.
- El agronegocio que ha quemado la Amazonia y el Mato Grosso, es uno de los sectores de la clase dominante que clama por mantener al bolsonarismo en el poder, aunque el PT no toque sus intereses. Otros sectores empresariales han convocado a movilizar estos días. Lo cierto es que estos sectores pretenden mantener o profundizar la derechización del régimen porque entienden que cualquier personaje o sector progresista es para ellos “un rojo”, “un comunista”, “la encarnación del mal y el diablo”, en un claro discurso de la Guerra Fría que hoy no tiene correlato con la realidad, pero que en la mentalidad de una importante franja de la población brasileña moviliza políticamente y lo sienten como real. Si algo ha logrado construir el bolsonarismo es subjetividad, y especialmente en amplios sectores populares. La izquierda ha fallado, o al menos ha sido bastante floja en ello. El hecho de haber confiado todo al gobierno y a un líder, haber dejado la calle, haber dejado de movilizar, dejó el camino abierto y regaló la calle a la derecha y la protesta e insatisfacción a los enemigos del pueblo.
- Por ello más que nunca, desde el Anarquismo Organizado Políticamente, confiamos en las fuerzas del pueblo brasileño, en la movilización con independencia de clase, que permita hacer recular a los fascistas, que haga abortar cualquier intento de golpe o desestabilización, y que principalmente, forje el protagonismo popular para derrotar al hambre, al autoritarismo, a las élites patronales y su proyecto de sociedad.
Estamos atentos/as a lo que acontezca.
POR UN DESENLACE POPULAR EN BRASIL Y AMÉRICA LATINA
LA CALLE ES DE LOS PUEBLOS, NO DE LOS MILICOS Y SUS ALCAHUETES
ABAJO EL FASCISMO
ARRIBA LOS Y LAS QUE LUCHAN
POR EL SOCIALISMO Y LA LIBERTAD