La Enseñanza se moviliza
Junto con la movilización del 14 de agosto recordando a los “Mártires Estudiantiles”, los estudiantes se lanzaron a la lucha ocupando varios centros de Formación Docente en Montevideo y en varios puntos del país. A pesar de los desalojos policiales, en los días siguientes las ocupaciones continuaron, sumándose los estudiantes de Secundaria, lo mismo que los paros activos, asambleas, diversas actividades y movilizaciones callejeras. Se suman luego los docentes de Formación Docente, que por primera vez ocuparon el IPA, los docentes de Secundaria y las maestras.
A lo largo de la segunda quincena de agosto e inicios de setiembre las ocupaciones, paros activos y movilizaciones contra la “transformación educativa” continúan y suman gente, especialmente estudiantes y jóvenes. Las autoridades de ANEP fueron recibidas con un importante rechazo en el Cerro.
Estamos en momentos de cierto repunte de la actividad y movilización de la Enseñanza, especialmente estudiantil. Se reorganizan gremios, se fortalecen otros, se realizan asambleas muy concurridas, va creciendo la organización gremial, se establecen coordinaciones entre gremios y se obtienen algunas conquistas puntuales. Hechos por demás importantes para estos tiempos que corren.
También los sindicatos y gremios universitarios han salido a la calle, con diversas concentraciones y actividades muy concurridas.
Por otra parte, diversos sindicatos se encuentran movilizados. La Rendición de Cuentas generó movilizaciones de los sindicatos públicos. Destaca la movilización de FFOSE en contra del Proyecto Neptuno y la privatización del agua, contraviniendo el pronunciamiento popular en defensa del agua y la vida de 2004.
También los trabajadores de la actividad privada se movilizan contra despidos arbitrarios -caso de Fuecys- y diversos atropellos patronales. Destacan lamentablemente, los accidentes mortales en la obra de UPM, que han costado la vida a varios trabajadores en el último tiempo.
La Asociación de Trabajadores de Copsa se ha movilizado y paralizado sus actividades, denunciando y reclamando pagos atrasados y violación de derechos conquistados. Ello habla también de dificultades en una empresa monopólica del transporte de pasajeros suburbano.
La Unión Ferroviaria viene desplegando una importante campaña en defensa del ferrocarril como servicio público, contra las privatizaciones y el desmantelamiento total del servicio, haciendo analogía con la empresa Pluna y el final del servicio de navegación aérea en el país.
La lucha ha estado presente en estos meses que anteceden a este paro general de 24 horas del 15 de setiembre. Diversos conflictos -donde destaca el de la Enseñanza- que cuestionan la política neoliberal del gobierno y los embates que aún pretender propinar al campo popular.
La concentración de la riqueza
Ha sido inmenso el traspaso de riqueza desde los sectores populares a la burguesía local y extranjera en este período. Desde la asunción de este gobierno y con el pretexto de la pandemia, las patronales “se sacaron de encima” por unos meses parte de los costos laborales, derivando al Estado su sostén, mediante el mecanismo de los seguros de paro, seguros especiales y luego vinieron despidos.
Por más que los números hoy estén señalando que se han recuperado los niveles de empleo, es un empleo más precario y con pérdida salarial. Desde 2020 a la fecha se ha procesado un traslado de ingresos y riquezas muy importante hacia los sectores dominantes. Ahora, el gobierno establece para los funcionarios públicos y también a nivel privado por Consejos de Salarios, un cierto nivel de recuperación -que por lo general no alcanza a la totalidad de lo perdido- para mitigar los efectos de dicha transferencia y de cara a las elecciones de 2024. Es una recuperación con pérdida salarial, valga el juego de palabras.
Pero esta transferencia de la riqueza viene dada también por la profundización del modelo neoliberal en cuanto a privatizaciones (caso del Proyecto Neptuno, por ejemplo) o la continuación de concesiones al capital privado en el Puerto de Montevideo hasta el año 2081. Pueden mencionarse otros ejemplos, algunos ya vienen de períodos anteriores. Es que el modelo neoliberal no ha sido cuestionado en ningún momento, solo ha sido profundizado paso a paso. En este sentido, se intentan imponer algunas reformas de importante calado para beneficio del gran capital privado, como las que mencionamos a continuación, siendo conscientes que estos y otros temas que aquí se abordan, requieren un mayor análisis que intentaremos realizar en siguientes cartas.
Las Reformas: 1- Reforma de la Seguridad Social
Una de las principales políticas que quiere implementar el gobierno es la referida a la Seguridad Social. El discurso reaccionario de que ésta es un gasto para el Estado y no un beneficio social, ha sido el marco que ha permitido hablar de la reforma del BPS, porque la clase política no habla de la Caja Militar, Policial ni ninguna otra. ATSS, algunos sindicatos y organizaciones sociales intentan colocar la globalidad del tema arriba de la mesa, con todos sus componentes. Para empezar, si el BPS genera déficit, habría que aumentar los aportes patronales, que en general son la mitad del aporte de los trabajadores. Cada trabajador aporta un 15% de su salario a la seguridad social por concepto de “Montepío”, y las patronales aportan tan solo el 7,5% por cada uno de sus empleados. Antes de la dictadura los aportes de ambas clases estaban equiparados en 15%: la dictadura los disminuyó y el gobierno neoliberal de Lacalle padre lo hizo aún más. Hoy, su hijo, en un intento de profundización neoliberal, pretender hacer que los trabajadores laboren cinco años más, con la única finalidad de engrosar las arcas patronales.
Por otra parte, es necesario un análisis más detallado de esta reforma con todo lo que conlleva y los cambios que traerá de aprobarse.
Las Reformas: 2- Reforma de la Enseñanza
La Reforma de la Enseñanza, llamada ahora “Transformación Educativa”, no es ni más ni menos que la aplicación de las políticas neoliberales a la enseñanza. Es un retorno a la “Reforma Rama” de la segunda mitad de los ’90. De hecho, el equipo que está hoy al frente de la misma, en su gran mayoría trabajaron en la implementación del proyecto Rama, y han sido parte de Eduy21, grupo de estudio y propuestas (“think tank” como le llaman), que ha elaborado toda la fundamentación de este modelo en los quince años de gobiernos progresistas. Allí se reunían personalidades de todos los partidos políticos electorales y figuras de la academia y hasta algunos notorios dirigentes sindicales, que aplicaron en su sindicato algunas propuestas como los “centros educativos público-privados”, financiados por las empresas de su sector de actividad.
Claro, al asumir el gobierno de la coalición de derecha, algunos de sus referentes más notorias fueron desplazados de los cargos de gobierno y elaboración y ahora aparecen “llorando la milonga” en algunos ámbitos, pero lo cierto es que todos los sectores políticos están de acuerdo con esta reforma neoliberal.
¿Qué implica dicha reforma? Grosso modo podemos decir que la enseñanza va a estar enfocada en trabajar “competencias” vinculadas a la “vida social” y al “mundo laboral” con la finalidad de formar seres dóciles, aptos para obedecer a las patronales y en el peor de los casos, que sepan gestionar sus tiempos de “ocio”. Aquí no se refieren al tiempo libre de los jóvenes, sino a una situación social de miles de jóvenes desempleados en el futuro, con tiempo sin fin, sin trabajo, sin ingresos. El proyecto de sociedad que está detrás de todo esto es de empleo precario, extrema pobreza y marginación y la concepción de la enseñanza es que debe ser contención de los graves problemas sociales. Dedicarse a enseñar, no. Eso queda en manos de colegios o instituciones privadas.
De algún modo, ese es el proyecto de sociedad que el gran capital tiene diseñado o en mente para nuestro país.
Hambre y represión en los barrios
De hecho, buena parte de ese proyecto ya tiene expresión concreta en los barrios de la capital y ciudades del interior del país. La miseria que crece cada vez más, la inestabilidad laboral y el desempleo, el hambre (250 mil personas padecen “inseguridad alimentaria” en un país que produce o puede producir alimentos para más de 30 millones de seres humanos), generan una situación desesperante en los barrios de la periferia.
Los niveles de violencia, generados por el crecimiento del narcotráfico, vienen de la mano de esta situación. Para muchos jóvenes no hay otra salida más que esta y cobran cada vez mayor presencia en nuestros barrios estos “empresarios”, que no hacen otra cosa que pudrir el tejido social de los de abajo. Además de mover sumas millonarias y lógicamente estar amparados por políticos y la policía. Sin ese amparo, dicho “negocio” no podría existir.
Este “combo perfecto” para el sistema capitalista, que sumerge cada vez más a los de abajo, que instala los conflictos sociales entre los humildes y los corre del eje de la lucha de clases, también tiene toda una producción ideológica acorde. Se generan discursos y nociones que ven con más odio al que está más jodido que uno, al que está en la “llaga” o en su defecto anda en “la mala”, que al narco multimillonario que vive en “La Tahona” y es nombrado “señor” o “empresario”, caso del productor sojero vinculado a Cabildo Abierto que envío a Europa un importante cargamento de cocaína o el vecino del presidente.
Estos “empresarios” pertenecen a la misma clase de los empresarios de negocios legales, léase la burguesía uruguaya y los gerentes del capital extranjero. Tienen los mismos intereses y políticos que los defienden y comparten negocios. ¿No serán ellos los verdaderos culpables de esta situación social? ¿No serán ellos, los grandes capitalistas uruguayos, aliados al capital multinacional, los que están saqueando el país, embolsando toda la riqueza producida por los de abajo, los responsables de esta “guerra entre pobres” y del aumento del hambre y la miseria? ¿O no son estos empresarios los que cierran empresas y despiden trabajadores? Los que utilizan todos los resortes del Estado para sus negocios en todos los ámbitos. Ya lo hacen sin ningún tipo de vergüenza y reparo.
La derecha avanza
Acorde a todo esto, las posiciones políticas de derecha avanzan en nuestra sociedad, como lo vienen haciendo en la última década. Tiene su expresión electoral, pero la trasciende. A nivel de nociones ideológicas han avanzado mucho. Algunas las mencionamos más arriba. Otra a destacar puede ser la demonización de los que luchan y el hecho de vanagloriar a las fuerzas del orden y la represión, o sea a la policía. Ahora están intentando lentamente hacer lo mismo con las Fuerzas Armadas.
Cuando estas nociones se instalan a nivel de la sociedad, sabemos lo complejo que se vuelve el trabajo militante y el poder actuar en el seno del campo popular. Venimos de un plebiscito a inicios del año, donde la población -por ínfima diferencia, es cierto- aprobó la LUC con todo un contenido regresivo en materia de derechos sociales. Ello es posible no solo porque un sector de la población apoye al gobierno, sino porque han logrado convencer acerca de esos cambios o de cierto tipo de medidas a tomar. Allí está el reto para la militancia de intención revolucionaria, que no sale a pedir el voto cada cinco años, sino que empuja por un proyecto de transformaciones más profundas en el cual todos los sectores oprimidos deben ser protagonistas.
Debemos agregar que la institución militar lleva en su Adn el gorilismo. Prueba de ello son las recientes revelaciones hechas en el Semanario Brecha acerca de los “tribunales de honor” (deberían llamarse de infamia) militares en 2006 y las situaciones acaecidas antes y después de los mismos, que incluyeron amenazas de golpe de Estado ante la detención de cuatro notorios militares participantes del Plan Cóndor. Un episodio que quedó tras bambalinas, que ahora sale a la luz y es sin lugar a dudas, un pequeño eslabón de una inmensa trama que demuestra que el poder militar está intacto.
Otros episodios en años pasados deben hacernos poner atención sobre los movimientos de las Fuerzas Armadas y los retirados militares “reservistas”, que militan en las filas de Cabildo Abierto. No olvidemos que este partido es de hecho, un partido militar.
La región tiene similares problemas
El avance de la derecha en la región es preocupante. El 7 de setiembre, día de la Independencia de Brasil, Bolsonaro y sus partidarios realizaron masivos actos en distintos puntos del país. Se ha constituido claramente en un sector político, que moviliza socialmente con un programa ultra conservador y antipopular. No importa si Bolsonaro gana o pierde las elecciones próximas: se ha convertido en la verdadera fuerza política de Brasill donde, por el contrario, el PT está cada vez más desteñido y aliado a la derecha. Su candidato a vicepresidente es Alckim, reeditando así lo ya hecho bajo la presidencia de Dilma Roussef. Lula parece contar ahora con el apoyo del gran empresariado, pero los sectores bolsonaristas no se
van a quedar quietos y van a continuar actuando de aquí en adelante, complicando el accionar de un posible gobierno de Lula, tal como vemos en otros países de la región como Perú. Todo lo cual conlleva a una mayor fragilidad institucional en medio de un fuerte ruido a sables y discurso por golpista de los sectores bolsonaristas.
La confrontación a este avance de la derecha no se da ni puede darse en el campo electoral. De hecho, el PT no salió a confrontar ante las masivas movilizaciones bolsonaristas del día 7, al contrario, convocó a no salir a las calles. Solo la manifestación del “Grito de los Excluidos” aportó presencia de organizaciones populares con independencia de clase poniendo en el centro de la escena la lucha contra un posible golpe de Estado. Allí estuvieron nuestros compañeros de la Coordinación Anarquista Brasilera (CAB) impulsando estas manifestaciones desde los ámbitos sociales.
En Argentina, el intento de asesinato a Cristina Fernández es fruto de toda una política de odio desplegada por la derecha y extrema derecha contra el kirchnerismo y otros sectores políticos progresistas y de izquierda en general. Desde los medios de comunicación, “periodistas” y conductores televisivos hacen política abiertamente demonizando e insultando sin tapujos. Y todo ello se va depositando y se va sumando en una construcción ideológica de derecha -y que se va volcando al extremo-. Los discursos “anti planes sociales”, anti pueblo, racistas, vienen calando en ciertos sectores sociales.
Ello tiene un correlato a nivel político, también producido desde lo mediático. El fenómeno de Milei y su apuesta ultra liberal, su odio a todo lo que pueda ser de izquierda, es la expresión concreta del odio de las clases dominantes a los de abajo. Lamentablemente como decíamos, estas expresiones vienen creciendo en la región y no solo en el terreno electoral.
Ahora bien, este hecho del magnicidio frustrado ha dejado en un segundo plano la grave situación económico-social y el brutal ajuste que se está imponiendo sobre el pueblo argentino y ha opacado la llegada de Massa al gobierno como “superministro”, dando protagonismo a Cristina Fernández de cara a las elecciones presidenciales del año próximo, y en medio de una fuerte puja dentro del peronismo.
Tanto en Brasil como en Argentina existe una cierta polarización social y política, por ahora dentro de los sectores políticos del sistema, contenida dentro de marcos institucionales. Pero la derecha y la extrema derecha ya han demostrado que pueden salirse cuando quieran de esos marcos -que ya poco le importan en general-. Hoy hablan de golpe de Estado en Brasil, y queda por verse desde dónde partió el intento de asesinato de Cristina Fernández.
Para la extrema derecha, y cierta derecha clásica, cualquier cosa que atente contra el status quo o cualquier medida que signifique una mínima “reforma” o cambio en algún aspecto, es vista como una medida de extrema izquierda. Por ello demonizan la legalización del aborto, los planes sociales, los derechos de los homosexuales y personas trans, los sindicatos y organizaciones populares, entre otra larga lista de asuntos que son colocados como verdaderos “avances del comunismo internacional”, según en lógica de la Guerra Fría. Debería mover a risa, pero para estos sectores que critican duramente la supuesta “hegemonía cultural de la izquierda” cualquier propuesta o medida tomada por un gobierno progresista en sinónimo de medida revolucionaria. No miran a la izquierda como un amplio abanico ideológico. La ven como la “encarnación del mal”, y por ello también entroncan aquí los aspectos religiosos, ya que han sido buena parte de las iglesias evangélicas y pentecostales (“los mercaderes de la fe”) las que han impulsado dicho discurso.
La pregunta es, ¿cuándo esta polarización trascenderá los marcos institucionales y se convertirá en una polarización político-social de clases y proyectos políticos? Ello, ¿efectivamente ocurrirá? ¿Cómo será dicho proceso? Interrogantes que quedan abiertas pero necesarias desde la perspectiva de la militancia de izquierda de intención revolucionaria.
En el caso de Chile, el rechazo a la reforma constitucional fue contundente y expresa distintas opiniones y sentimientos de la población. Por un lado, la derecha votó en contra. Pero no todos los votos provienen de la derecha; buena parte de la población votó en contra de este proyecto: los mapuches, sectores populares de las ciudades y el campo. ¿Por qué se dio ello? Es un análisis complejo y que llevará su tiempo, pero podemos intentar establecer una hipótesis primaria: esta reforma constitucional no solucionaba los problemas del pueblo chileno. Por más que se incluyeran una serie de derechos y se declarara como “Estado Plurinacional”, sectores populares desconfiaron de esta propuesta. El hecho de que Boric se embanderara como su máximo defensor ayudó al descrédito de la misma, ya que en tan corto tiempo al frente del gobierno, ha sembrado un importante rechazo por parte de la población a partir de sus políticas represivas.
El pueblo chileno hoy continúa movilizándose, especialmente los estudiantes. Es probable que la revuelta de 2019, encauzada hacia lo constitucional, vuelva a tener expresiones de calle. Por lo pronto, el gobierno de Boric toma un más de centro, cambiando parte de su gabinete e intentando negociar una nueva reforma constitucional.
Las alternativas
Para nosotros, anarquistas organizados en FAU -y las organizaciones hermanas de la Coordinación Anarquista Latinoamericana y del resto de la región- no hay otro camino que la organización y la lucha del pueblo. No hay otro camino que el pueblo en la calle.
El pueblo como constructor de su destino, con sus organizaciones sociales con independencia de clase, construyendo los avances desde abajo y que realmente importan. No hay recetas, manuales ni fórmulas mágicas. Cada pueblo tiene su historia, sus luchas, sus experiencias y su saber. Hay elementos más que suficientes para avanzar en esta etapa con todo ese rico bagaje popular.
En los años recientes ha habido en el país y en la región importantes movilizaciones y conflictos, no hemos estado quietos los pueblos de América Latina. Transitamos un ciclo de luchas populares iniciado en 2019 y que aún continúa abierto.
Ante el avance neoliberal y de la derecha en lo político e ideológico no hay otra que enfrentarlo con pueblo en la calle. Por ello, la militancia de intención revolucionaria debe poner todo su empeño en fortalecer las organizaciones populares, en desarrollar su protagonismo con amplia participación efectiva de la gente, con una política antiburocrática y por avances y conquistas concretas arrancadas con la lucha.
Nosotros le llamamos Construcción de Poder Popular a todo ese largo proceso. En el mismo esperamos encontrarnos con los trabajadores, los estudiantes, los desocupados, los cooperativistas de vivienda y todos los movimientos y sectores sociales de abajo organizados que luchan por cambios y una sociedad diferente.
¡¡CONTRA EL AVANCE NEOLIBERAL, LUCHA Y ORGANIZACIÓN!!
POR LA CONSTRUCCIÓN DE PODER POPULAR
¡¡ARRIBA LOS Y LAS QUE LUCHAN!!
FEDERACIÓN ANARQUISTA URUGUAYA