Resoluciones sobre el tema Estrategia
Nuestro 11 Congreso en su primera sesión consideró el tema Estrategia. Vió un conjunto de aspectos teóricos y políticos generales que estimó eran obligatoriamente previos al abordaje concreto del tema. Ellos tenían que ver con cuestiones teóricas vitales y evaluaciones políticas imprescindibles. Vale decir, aquellas herramientas teóricas que ibamos a usar para la clasificación y ordenamiento del material correspondiente y la ubicación de nuestro momento histórico general y particular.
No hubo pretensión de agotar estos complejos temas y ellos quedaron para seguir siendo estudiados y debatidos en proximas instancias. No obstante los debates realizados permitieron un significativo avance. Dejaron nociones muy enriquecidas y aproximaciones que permiten una visualización más ajustada del propósito central: una estrategia acorde con este momento histórico.
Este material comprende las decisiones del cuarto intermedio del XI Congreso. Están aquí todas las correcciones y agregados que se le hicieron al material base, al borrador, que el Congreso consideró.
Aspectos generales
En primer término se procura en este material tener presente las herramientas conceptuales que fueron consideradas en el Congreso, aún aquellas sobre las que sólo se inició una aproximación. Servirá de orientación el criterio establecido que dice: «Para entender lo que pasa -en la etapa, en la coyuntura- hay que poder pensar correctamente. Pensar correctamente significa ordenar y tratar adecuadamente los datos que se producen en montón, sobre la realidad.
Pensar correctamente es condición indispensable para analizar correctamente lo que sucede en un país en un momento dado de la historia de ese país o de cualquier otro. Eso exige instrumentos. Esos instrumentos son los conceptos. Para pensar con coherencia se requiere un conjunto de conceptos, una teoría.
Sin teoría se corre el riesgo de pensar cada problema solo en particular, aisladamente, a partir de puntos de vista que pueden ser diferentes en cada caso. O en base a subjetividades, pálpitos, embalajes, etc.».
En la definición del sistema capitalista sólo tomaremos una suprema sintesis de lo considerado: «Sistema dividido en clases y basado en la dominación, con una estructura económica, política, ideológica, jurídica y represiva que reproduce las características fundamentales de tal sistema de dominación».
Sobre el concepto de estrategia
Nuestra estrategia en lo social tenderá, en el marco de nuestra concepción, a trabajar por «un proceso de alternativa revolucionaria que no se inserte en el sistema».
La estrategia la entenderemos «como un conjunto de elementos sistemática y coherentemente reunidos que apunta a grandes objetivos» de tipo finalista.
A la acepción del concepto estrategia que une los objetivos finalistas con la realidad específica histórica, se le llamará: Estrategia en sentido estricto.
En todos los casos se entendió como primordial el tratar de ubicar los procesos que estamos viviendo, descansar nuestro programa de trabajo en las evaluaciones que tengamos, previo trabajo descriptivo, de etapas y coyunturas de la sociedad historica concreta, en nuestro caso la uruguaya.
Claro está que para una mejor y adecuada comprensión de nuestra realidad se hace necesario, más en este momento de mundialización de aspectos fundamentales del sistema, ubicar las coordenadas generales de la etapa específica en la que se encuentra el capitalismo. Pero, lo reiteramos, nuestro objeto es ver como se expresa todo eso en la sociedad uruguaya.
Estaremos viendo en todo momento al concepto estratégico-táctico como algo dinámico y en interacción.
Como dice el acuerdo de Congreso, la «estrategia debe cobrar vida en un programa de acción que establezca pautas generales para un periodo y/o etapa. Un programa debe hundir sus raices en la realidad de los diferentes niveles de nuestra sociedad.
Nuestra estrategia no está en condiciones de avanzar, de desarrollarse, si no tiene un contacto fluido con problemas concretos existentes en las distintas coyunturas que componen una etapa de acción».
Un programa de trabajo
Hemos dicho que al programa «lo situamos específica y concretamente en el campo de las prácticas sociales. En el campo que se expresan las tensiones y luchas sociales». Vale decir, allí donde están las movilizaciones, los conflictos obreros, las contradicciones de las fracciones de clase, las diversas peleas reivindicativas.
El programa recogerá la evaluación que se realice de la etapa en la que está el sistema en el Uruguay y ubicando el espacio de acción existente desplegará su trabajo.
El programa comprenderá «la orientación del conjunto de nuestra acción para un periodo». Se trata de no ir haciendo lo que salga, ni estimar aisladamente cada cosa que aparece, ni desanimarse por que el avance no es inmediatamente visible. Se trataría sí, de fijar objetivos y avanzar hacia ellos. De escoger acción y establecer prioridades en función de esos objetivos.
Lo dicho implica, claro está, que habrá actividades que no encararemos, hechos en los que no estaremos. Ellos pueden ser importantes y hasta espectaculares, pero, no cuentan si no encajan en los propósitos para la etapa de nuestro programa. En otros casos estaremos en minoría absoluta o con grandes complicaciones en actividades que condicen con nuestros objetivos. Elegir lo que más nos guste o menos complicaciones nos trae no es una polìtica correcta.
Por ejemplo, las diversas luchas por mejoras que lleva adelante la población debe contar con nosotros. Obviamente más aquellas de tono combativo y adecuado sentido social. Pero, solamente estar no alcanza. Hay que estar con una «intención».
Como se ha dicho en el Congreso, por la gran movilidad de la situación social es conveniente establecer programas de corto aliento.
Es imprescindible manejarse con tiempos. No resulta posible evaluar la eficacia de un trabajo en términos de meses o un año. Hay tareas que van dando sus frutos en términos de cierto tiempo. Las cosas hechas en perspectiva corta dejan poco o nada de saldo. Una acumulación político-social es tarea compleja y depende de múltiples factores. Se combinan en el tiempo aciertos y errores, correcciones y reiteraciones «cargosas».Para cierta cultura que anda en la sociedad podermos agregar que, creatividad no es cambiar de onda a cada rato sino «inventar» y refrescar en el marco de un objetivo. Una cosa es creación y otra inestabilidad.
Un proyecto de cierto tiempo requiere perseverancia y cierta estabilidad.
Que tiempo es pensable para nuestro programa en este momento? De acuerdo a las consideraciones hechas en el Congreso, creemos que alrededor de unos cinco años. Con subdivisiones, talvez, tal cosa al año, tal otra a los 2 y aquella a los 3. Tales subdivisiones serán etapas del programa.En mucho beneficia establecer lo que queremos y en que tiempo pretendemos lograrlo. Permite ir apuntando y disparando nuestra energía hacia determinados blancos.
El programa deberá evaluar constantemente nuestra fuerza energética. Cual es nuestra capacidad militante. La distribución del esfuerzo será en función de esa capacidad. Claro está que, antes que nada, todo los objetivos fijados deben guardar relación con la aludida capacidad. El programa no comprende solo el ordenamiento del trabajo hacia afuera implica necesariamente hacer lo mismo hacia adentro. Hay que articular los tiempos y las actividades en esos dos planos de manera sistemática. Descuidar la tarea en cualquiera de los dos planos nos trae de la mano una hipertrofia particularmente delicada. Hay que cuidar que el conjunto de la actividad marche armoniosamente. Que la organización específica no quede desatendida.
El «recipiente» que recoge los frutos del trabajo militante es la organización específica. Ella auna los esfuerzos y da continuidad y sentido a la acción. Es la custodia de una finalidad de cambio. Impulsa el crecimiento de conciencia combativa y transformadora en la población y va sufriendo su propia transformación en el marco de esa tarea. Si nuestra fuerza y presencia hacia afuera crece precisamos al mismo tiempo una organización específica con la fuerza correspondiente.
No tienen validez frases como: «no pudimos atender la actividad interna porque teníamos mucho tarea exterior». Si es mucha la tarea exterior es más imprescindible el buen y eficiente funcionamiento orgánico.
Algunos rasgos de la etapa actual del sistema capitalista
Nos planteamos las siguientes consideraciones por entender que están dentro de lo que debemos procurar establecer para mejor comprender lo que anda en la vuelta en nuestra formación social uruguaya. Las características generales que presenta el sistema hoy en el mundo ya están aquí o vendrán poco a poco a constituir nuestra realidad.
Estas características generales no se expresan de igual manera en todos lados. En los países desarrollados tienen una expresión y en los países pobres otra. Además de país a país ofrece sus particularidades que tienen que ver con factores de su específica historia.
Hecha estas salvedades entraremos en esta esquemática caracterización que pensamos sirve a nuestro propósito.
Caracterización del momento
-Cese de la llamada «guerra Fría» en sentido estricto
-Reorganización del poder mundial.
-Un imperialismo norteamericano con menos trabas para su agresiva y opresiva política.
-Profunda mundialización de la economía.
-Incidencia decisiva de organismos internacionales en los diseños fundamentales de las políticas nacionales, especialmente en los países pobres.
-Fortalecimiento de la ideología liberal-democrático burgués.
-Debilitamiento de las concepciones socialistas y anticapitalistas.
-Disminución de los procesos de ruptura del orden capitalista.
-Desaparición en nuestro Continente de los movimientos políticos de signo nacionalista y populista.
-Resurgimiennto del chauvinismo y la xenofobia.
-Generalización de expresiones armadas o militares de características distintas a las existentes en décadas anteriores. Tipo la Amia en la Argentina.
-Desaparición paulatina de los PC clásicos en Europa y América Latina.
-Crecimiento relativo de reivindicaciones culturales y políticas de diversas etnias, como por ejemplo los realizados en nuestro Continente por el Congreso indígena o en el marco del movimiento zapatista.
– Crecimiento de movimientos que cuestionan puntualmente al sistema como ecologistas, homosexuales, etc.
-Nueva Organización del trabajo que difiere de las características de décadas pasadas. Toyotismo por Taylorismo.
-Aplicación generalizada de la cibernética y la robotización en los procesos de producción.
-Aumento acelerado de la desocupación y la miseria a nivel mundial.
-Papel relevante del capital financiero y especialmente el «golondrina» que origina situaciones críticas de un momento a otro.
-Poder inmenso de los medios de comunicación condicionando o determinando situaciones políticas de primer orden.
El Mercosur y los problemas que nos plantea
Dentro de América Latina debemos prestar especial atención a lo que ocurre en los países que componen el Mercosur. Hay un conjunto de decisiones que en tal marco se van tomando que afectan especialmente nuestro proceso interno. Las decisiones de Brasil y Argentina repercuten fuertemente sobre nuestra situación interna.
Sería conveniente trabajar, con tiempo, en la confección de una información del estado actual del Mercosur y el ritmo real de avance que tiene.
Ante este hecho y todo lo que implica resulta de primordial interés un relacionamiento todo lo fluido que se pueda con el movimiento popular y el afin de esta área.
Pueden señalarse aspectos que operan como comunmente negativos para los intereses de la población de esta región «integrada».
-Fuerte presencia imperialista, con EE.UU. a la cabeza, con actualizadas y por momentos sofisticadas expresiones que abarcan a organizaciones y empresas europeas vinculadas a las norteamericanas -a veces con grados de enfrentamiento- que se mueven con una estrategia flexible a nivel del Continente.
-Los organismos políticos internacionales de coordinación de las fuerzas burguesas y reaccionarias como la Organización de Estados Americanos, la Asociación Latinoamericana de Integración, las actuales instituciones del Mercosur, la Junta Interamericana de Defensa, la Conferencia de Estados Americanos, etc.
-El rol de un grupo reducido de transnacionales que son en los hechos el «poder fáctico» como lo llama Chomsky. Fenómeno que se hizo patente recientemente en la Argentina en apoyo a Cavallo.
-El destino económico limitado de estos países, subordinados, cada vez más, en la división capitalista, a una dependencia casi total a los grandes proyectos imperiales y de las grandes trasnacionales.
-Ausencia de espacio para proyectos de orden nacional-burgués que alienten desarrollos propios.
-Procesos avanzados de privatizaciones que han dejado en manos de transnacionales resortes fundamentales economico-financieros de cada uno de estos países.
Junto a todo esto es de destacar también el recambio de estrategia del imperio y trasnacionales en relación con la problemática militar. Se procura ejércitos reducidos y destinados especialmente a la represión interna al tiempo que se procura desterrar la corrientes nacionalistas -fascistizantes en este casos- sustituyéndolas por las que se identifican con las ordenes de turno. La ideología de «derechos humanos» es la usada para instrumentar este recambio.
El movimiento popular del área en este contexto histórico
Han casi desaparecido los movimientos y partidos populistas de tipo nacionalista. No hay nada parecido a los Vargas, Peron, Luis Batlle.
Los partidos y movimientos que acceden al gobierno se inscriben en las coordenadas ideológicas conservadoras-neoliberales.
Los partidos de signo socialdemócrata: PT, Frente Grande, Frente Amplio enarbolan proyectos que no resultan esencialmente distintos a los de los otros partidos. La diferencia, si acaso, estriba en cierta propensión a realizar algunas reformas secundarias de poca relevancia.
Nadie sostiene ya políticas de desarrollo propio y formas polìticas como las que implicaban el llamada «Estado de Binestar».
Una alternativa que trabaja la ilusión popular es la posibilidad de la llegada de los mencionados partidos socialdemócratas al gobierno.
En lo que hace a nosotros, este proceso de los últimos 10 años, ha acelerado la desaparición del Uruguay que conociéramos hasta la años 73.
La situación nos va obligando a pensar los problemas en términos de área por lo menos. Las decisiones que toman Brasil y Argentina sobre aspectos relevantes tienen repercusión condicionante o determinante.
El sindicalismo en estos países del Mercosur son de orientación reformista-moderada. En general se encuentran debilitados y han sufrido pérdida de credibilidad. La CGT argentina está totalmente desprestigiada y corrompida a nivel de toda su estructura dirigente. La central brasileña altamente burocratizada y debilitada. Nuestro movimiento sindical merece capítulo aparte.
En lo que hace al área han sobresalido los estallidos en Argentina por reivindicaciones fundamentalmente salariales y las movilizaciones de los sin tierra en Brasil. En Uruguay la participación popular en plebiscitos por privatizaciones y Previsión Social y el combativo episodio en torno al Hospital Filtro.
Movimiento sindical
De nuestro movimiento sindical sólo destacaremos algunos rasgos fundamentales. Hay en otros materiales de la organización consideraciones exhaustivas.
Todo el conjunto sindical está debilitado. Federaciones y Sindicatos Únicos apenas sobreviven. Se ha reducido el nivel de afiliados y tienen poca vida interna.
A casi todos los sindicatos les cuesta realizar elecciones y asambleas representativas. Apenas logran mantener un reducido grupo de militantes que integran las comisiones directivas.
El descreimiento sobre el dirigente obrero es grande. Hay también importante nivel de descreimiento para el sindicato en sí. No obstante se mantiene un dual sentimiento de pertenencia.
Los gremios industriales son hoy débiles y reducidos. El cierre de fábricas y talleres tiene su cuota de importancia en esta situación. El 70% del potencial sindical está compuesto por empleados del Estado y trabajadores de servicios varios.
Los sectores de tono algo combativo han perdido influencia. La mayoría de la dirigencia pertenece al PS, PC, y «renovadores». El PC en los últimos 2 años a ido recuperando incidencia.
En tanto el PVP ha disminuido su gravitación en varios gremios en los últimos 4 años, le queda como lugar de importancia el sindicato del Gas. Mientras que la gravitación MLN-MPP no es de fácil ubicación. Tienen militancia en varios gremios pero su política sindical es muy diversa, casi que varía de gremio a gremio. El PT sobre aparece con cierta gravitación en el gremio de la construcción.
Especialmente en los dos últimos años las luchas obreras han cosechado derrota tras derrota. La Central no ha funcionado como tal. Lo concreto ha sido la coordinación, puntual, de algunos gremios en conflicto.
El sentimiento de impotencia fue en aumento. La Central no dio respuesta a los tremendos problemas obreros y generó la atomización de luchas. La mayoría de ellas hechas en tremenda desigualdad de fuerzas.
Pero, esta situación produjo un hecho. La masa obrera en virtud de la experiencia vivida y la desocupación que golpea sin piedad se ha tornado poco propensa a respaldar posiciones de lucha. Episódicamente aparecen situaciones de «explosión» que tienen buen tono.
Por lo regular a esta altura ganan elecciones dirigentes desprestigiados y que han sido muchas veces repudiados por las bases. Esto por lo generalizado refleja una situación y sugiere una lectura.
Al mismo tiempo parece estar afirmándose un estamento obrero, bien pago, que no quiere saber mucho de problemas generales y sindicales.
Todo esto ocurre en el marco del crecimiento de la cultura individualista de cuño burgués que los medios y el resto del aparato ideológico inyectan a diario.
Tenemos que ajustar nuestra política sindical a esta nueva realidad. Ver cuales son ahora los pasos a dar para ir operando una modificación positiva.
Las clases oprimidas como «sujeto» revolucionario
Dice el documento anterior: «Nos hemos planteado, en primer lugar, la necesidad de un desenlace popular como corolario de un largo proceso de luchas de orientación revolucionaria…» Agrega: «Claro está que en países capitalistas atrasados y dependientes como los latinoamericanos -con su particular estructura económica y de clase que ello determina- no puede pensarse en las posibilidades de una revolución protagonizada exclusivamente por los nucleamientos del proletariado fabril y quizás ni siquiera por los asalariados en su totalidad.
Menos aún en este momento histórico, donde por ejemplo nuestro continente tiene enormes contingentes de desocupados y semiocupados. Donde las estadísticas nos dicen que más de la mitad de sus habitantes están en la pobreza o por debajo de la línea de pobreza.
Es preciso pensar en la construcción, como herramienta estratégica básica de un frente de clases oprimidas que procure tener como núcleo central a la clase trabajadora pero que incluya además a los trabajadores rurales, campesinos, a la gran diversidad de trabajadores por cuenta propia -sector progresivamente engrosado por la crisis y las respuestas del sistema ante los cambios tecnológicos-, a los marginados que reclaman trabajo, al estudiantado». Es posible que haya que agregar aquí reivindicaciones por derechos de distintos sectores, tales como el movimiento negro, feminista y otros derechos humanos. Y considerar especialmente, desde determinado ángulo, la problemática ecologista.
Sin dejar de tener presente a la clase trabajadora, globalmente el «sujeto» es el espectro de clases oprimidas. Como lo afirma el documento: «El frente de clases oprimidas a que hacemos referencia se constituye como una red de relaciones permanentes, ligadas programáticamente, de la multiplicidad de organizaciones de base capaces de expresar en la lucha los intereses inmediatos de estos sectores sociales y de desarrollarlos y profundizarlos en el sentido de metas y orientaciones de tipo transformador…»
Esto se traduce en un trabajo de la organización en una variedad de problemas: luchas por la vivienda, contra los desalojos, por la defensa de fuentes de trabajo, apoyo a luchas obreras, defensa de conquistas y derechos humanos, la salud y la enseñanza, la Previsión Social, los jóvenes etc.
Las formas organizativas para poder abarcar un proceso de trabajo militante tan variado es todo un tema y ya hay cierto concenso en su aspecto básico. El tema tendrá su desarrollo en el capitulo: Nuestro Programa hoy.
Aspectos culturales con fuerte implicancia política
El aumento de agresividad e incidencia de la ideología liberal-democrático-burguesa después de la caída de los llamados países de «socialismo real» ha traído su resaca hasta las playas del movimiento popular.
Los «intelectuales» del sistema han teorizado sobre la muerte de las ideologías y el fin de la historia. Los intelectuales progresistas e izquierdizantes se han apurado a rebajar sus discursos. Para unos y otros, finalmente, el horizonte no pasa el mundo burgués. Hay que hacer lo que se pueda dentro del sistema y su marco social.
En esta escalada ideológica la burguesía inunda el medio social con sus valores: egoísmo e individualismo. Ataca la solidaridad y el sentimiento de lo colectivo. «Libertad» para poder tener todo el poder y la riqueza posibles, y la competencia y el éxito como valores que fundamentan y legitiman.
Empresas y mercado son dioses supremos. Una infame pleyade de tecnócratas y comunicadores revisten de tecnicismo esta situación social.
La sociedad debe respirar por todos los poros esta andanada ideológica con predominancia de términos económicos.
Es una verdadera escalada ideológica de la burguesía. Es una disminución de las concepciones anticapitalistas; aunque no todas las concepciones anticapitalistas han estado a su alcance.
Lo que tradicionalmente se ha designado como pensamiento socialista y progresista se encuentra disminuido, muy lavado o girando hacia el centro.
La «ingeliggentzia» de izquierda, independiente y progresista fue acomodando su discurso. La mayoría de estos intelectuales han ido haciendo abandono de cierto tono anticapitalista y de propuestas de socialismo como alternativa a este sistema. Aún el reformismo clásico a dado un paso hacia la «derecha».
Son todas concepciones de inserción al sistema y apenas si bosquejan algún planteo de cambio muy tibio que no ataca estructura alguna. Son intelectuales que asumen una postura muy «educada» que habilita un diálogo «constructivo» con los personeros del sistema. Algunos intelectuales de izquierda hacen los programas de estudio que solo apuntan a la reproducción social.
Pero la cosa no para solo en el nivel estamentario. Esta intelectualidad pertenece, en gran medida, a partidos políticos, son gravitantes en ellos.
Pero tampoco aquí termina la cosa. El conjunto de factores apuntados, y talvez algunos más que habrá que ir ubicando, determina un ambiente social complicado.
Tal ambiente social está impregnado de individualismo, de poca propensión al esfuerzo y sacrificio en aras de lo colectivo, de vivir el presente sin pensar demasiado en el futuro, de poca expectativa de que el mañana sea mejor que el presente, de inclinación de grupos y personas a ir resolviendo su propio problemas, de alto nivel de atomización en reclamos y propuestas.
La escalada ideológica burguesa procura profundizar determinados efectos sociales, nos sugiere que: no hay otra alternativa de sistema, es este y nada más; lo colectivo es una abstracción, lo que existe realmente es lo concreto personal; la solidaridad es también una abstracción y no acarrea ningún beneficio personal sino lo contrario; la competencia es lo que trae beneficios efectivos; la fraternidad es para los ratos de ocio, hay que poner el acento en el «espíritu de empresa» y en la reafirmación personal.
Mucho de esto, a veces mezclado con otros ingredientes, se encontrará en buena parte de nuevos agrupamientos populares. Sus prácticas, en consecuencia, serán básicamente espontaneístas, convivirán reafirmaciones personales con actividad colectiva, incluso llegando a usar lo colectivo para proyectos personales. En definitiva es predominante la confusión de lo personal y colectivo, su umbral es difuso.
Las lealtades se desplazan a zonas más limitadas, ya no son con una clase, una causa, un porvenir, una esperanza de futuro sino a tal fenómeno parcial y buena parte de las veces por razones afectivas.
En tal marco valores como: responsabilidad, consecuencia, autodisciplina, fraternidad, respeto igualitario, tolerancia real, tienden a ocupar poco espacio.
A nivel de unos 5 mil jóvenes como máximo, en nuestro país, muchos de estos valores se expresan combinados con un nivel, no siempre claro, de enfrentamiento a figuras o símbolos de autoridad-poder. Es una reacción que algunas veces, tiene encauce social de cierta importancia. En tal marco confuso hay un potencial que tiene expresiones combativas y que merece un estudio mayor.
Acotaremos de paso, que el problema de la droga se ha ampliado en los últimos 4 años. Barrios obreros donde su presencia era irrelevante hoy no lo es, abarca a buena parte de su juventud. No se ha ampliado solo el consumo sino también una mayor incorporación de jóvenes a su distribución. Esto plantea nuevos y graves problemas.
Cabe preguntarse, sobre el conjunto de toda la problemática aludida, si hay aquí un embrión de algo nuevo cuyo producto final será el resultado de un largo y complejo proceso y que lo que hoy tenemos són sólo algunos síntomas de algo altamente inconcluso.
De todas maneras, este espectro y tono ideológico está presente en la sociedad uruguaya de nuestro días y es él condicionante para ciertas propuestas y puede al mismo tiempo habilitar otras de signo un tanto distinto al de otras períodos o etapas de nuestra sociedad.
Será necesario trabajar más en la ubicación de esta problemática.
Etapa de resistencia
Las condiciones social-políticas e ideológicas parecen indicar que no se vive una etapa revolucionaria, ni siquiera de acumulación combativa.
Cambios de fondo en el corto y mediano plazo quedan desplazados del horizonte.
Importa precisar esto no para hacer una discusión teórico-abstracta sino para articular nuestro quehacer hoy.
En esta perspectiva «práctica» es que establecemos que la nuestra es una etapa de resistencia.
Decía el Documento: «Resistencia, entonces, para esta etapa. Para fortalecer luchas, para levantar el ánimo, para recrear la confianza en las propias fuerzas, para pensar en un mañana justo, para crear una alternativa colectiva, para combatir el individualismo y el derrotismo, para rescatar la solidaridad, para generar nuevas posibilidades revolucionarias».
Tenemos que trabajar para que el conjunto de las prácticas se inscriban con coherencia en el plano establecido. Es decir, que no coexistan, por inercia del pasado, prácticas en consonancia con otro momento de la sociedad uruguaya con las correspondientes a este momento histórico. El desfazamiento puede acarrear confusión y hacernos rebotar en el medio social.
Resoluciones instrumentales del XII Congreso sobre el punto Frente de los Oprimidos
Podemos decir, indudablemente, que hubo en lo fundamental un enfoque afín, una común preocupación acerca de donde poner el acento en este momento: instrumentación efectiva, funcional, continua, en el quehacer cotidiano de los lineamientos teórico-estratégicos ya resueltos en el anterior Congreso.
Se tiene conciencia que fueron muchos los temas que quedaron para procesar una mayor elaboración. Que hay categorías que sirven de soporte a nuestro discurso que merecen un tratamiento más exhaustivo. También hay conciencia que para todo ello será necesario realizar ciertos estudios e ir al encuentro de una información más precisa.
No es, lo que tenemos, algo acabado, si es que algún saber se puede dar por acabado en algún momento, es sólo un avance, con cierta actualización, que en el estado en que está sirve ya de instrumento para nuestro objeto inmediato.
De todas maneras hay aspectos de ciertas categorías que requieren su profundización y que paralelamente a la acción social-política de la Organización debieran ser atendidas.
Para este momento, sin subestimar las limitaciones a que hacíamos referencia más arriba, puede decirse que hay material suficiente con lo resuelto por el anterior Congreso en todo a lo que hace al nivel teórico-estratégico.
Este parece ser, entonces, el tiempo de precisar instrumentaciones y de llevarlas después a la práctica. Resolver el conjunto de herramientas de acción que nos permitan un tránsito fluido y eficaz por dentro de la estrategia de trabajo ya definida.
Esbozo de propuestas concretas para la primer Etapa de nuestro Programa
Queremos en el término de cinco años lograr una incidencia de cierta relevancia a nivel del movimiento popular. Una incidencia que contenga la orientación general que estimamos necesaria. Como ha dicho la Plenario barrial en 1994, una especie de ROE en consonancia con los tiempos que corren. Ir a la creación y desarrollo de una instancia de «masas» para la que habrá que tener en cuenta aquellas orientaciones y prevenciones que figuran en la Plenaria barrial aludida. Una organización popular que mantenga en todo momento su autonomía, para ello evitar la incorporación de otras instituciones fuertes que tienen su propia dinámica.
Queremos también, simultáneamente, tener una organización política con un desarrollo que nos permita a la vez impulsar la estrategia fijada y efectuar propuestas políticas de tipo general de algún peso.
16 propuestas y recomendaciones de acción para la Etapa Hacia lo externo
1) Trabajar ahora en la perspectiva de un proyecto de 5 años de Frente de Clases Oprimidas.
a) Ir hacia la construcción de un receptáculo social que permita la acumulación. Dada la experiencia hecha en el Espacio, lo que parece posible en lo inmediato es concretar un relacionamiento en base a los 4 05 lugares donde tenemos compañeros o afines. Dejando la coordinación de tipo institucional para más adelante.
b) Conversar con los compañeros de Sindicales la forma de hacer Agrupaciones que puedan en tanto tales formar parte orgánica del Espacio.
Igualmente en otro plano, el sindical y su propia estructura, ver con compañeros del medio la continuidad de una coordinación, que sin integrar orgánicamente el Espacio realice una actividad coadyuvante que habilite instancias de trabajo puntual común.
Estos dos planos de actividad sindical en relación al Espacio para mayor claridad lo desarrollamos un poco más en un anexo que va al final.
c) Trabajar en aspecto puntuales de Derechos Humanos que se presenten.
Eventualmente hacer algún esfuerzo especial ya sea tomando alguna iniciativa o en hechos como el aniversario del Filtro.
d) En lo interno, ajustar la coordinación de los distintos Frentes de inserción. Asegurar, dentro de nuestras actuales fuerzas, la eficacia y agilidad que la tarea exige.
e) Establecer desde el comienzo el tiempo prioritario que se dedicará al Espacio. Por ejemplo, un tercio del total. Invertir los términos actuales:
acomodar, en la proporción mencionada, el resto de las tareas a esta y no a la inversa. Obviamente, hay un conjunto de actvidades generales que son las que dan nivel de existencia y cohesionan el proyecto de Frente de Oprimidos. Todas las actividades de la organización que tienden a conformar una estrategia con su programa de trabajo son de F. de O. siempre que se haga ruptura con una dinámica de trabajo que parcializa dicha tarea. No basta cambiarle el nombre a una tarea para que esta cambie su «contenido».
Para decirlo alguna manera, el F. de O. precisa un «marco» que influya sobre las relaciones que lo conforman y que contribuya altamenta a que las partes, entre sí, intercambien influencias en determinada dierección.
No basta decretar vía resoluciones que tenemos una Estrategia, esta es tal si tiene nivel de existencia en la realidad social.
El «marco» a que hacemos referencia, y que debe acompañar e influir en la orientación articuladora puede estar compuesto de «cosas» tales como:
Periódico, boletín, manifiestos, declaraciones sobre determindados hechos, pegatinas, actos, movilizaciones, locales de referencia, accciones conjuntas regulares y cuando las condiciones lo habiliten alguna forma de estructura institucional.
Si no hacemos esto la resolución valdrá de poco, las tareasde cada Frente tenderán a mantener su caracter parcial, «chacral» y absorberán el 90% o más del tiempo militante. Hasta, es más que posible que la tendencia sea, en los hechos, priorizar el desarrollo de la «chacra».
Si esto ocurre, no se atenderá el «marco» y se dedicará a este aspecto general, de relevante importancia, e impulsor de la trandormación de la dinámica interna existente, un tiempo irrisorio e insostenido que condenará la actividad al fracaso.
2) Fijarse algunos objetivos para el año 97.
a) Concretar un pequeño aparato de propaganda que pueda estar en los acontecimientos relevantes con cierta rapidez. Dada la importancia de este punto hay que priorizarlo como corresponde. Que no nos vuelva a pasar como en el año 1996 que, si bien hubo momentos en que marco presencia, no pudo conformarse con solidez.
Designar una Comisión de Agitación y Propaganda que esté compuesta por compañeros de las diferentes agrupaciones. Compañeros liberados de tiempo para que efectivamente puedan trabajar en propaganda. Al mismo tiempo será responsabilidad de las Agrupaciones el seguimiento de la labor de los miembros designados.
b) Una presencia callejera cada tres meses como mínimo, murales, volantes, manifiestos, apoyo a luchas, participación en algunas manifestaciones, etc.
Como la consigna expresa en síntesis una línea política importa escogerla con mucho cuidado. Ella ayudará a prestigiar en el acierto o a desprestigiar en el error. No obstante la consigna casi siempre, salvo las de caracter general, están relacionadas con problemas urgentes, situación esta que exige agilidad, rapidez. Parece que el mecanismo agil que contemplar los dos términos planteados es la decisión del Secretario de Organización sobre la pertinencia de la consigna a lanzar.
c) Preparar con tiempo el 1º de Mayo del Cerro y Maroñas.
d) Preparar también con tiempo el planteo que tienda a asegurar la continuidad de la marcha estudiantil del 24 de Julio en recuerdo de Heber Nieto. Si no hacemos nosotros un esfuerzo es más que probable que esta marcha sea anulada.
e) Realizar algunas actividades culturales, charlas o debates a nombre del Espacio en diferentes lugares. Hay que asegurar unas 50 personas como mínimo en tales eventos.
f) Estudiar la posibilidad de sacar un periódico de 8 páginas cada 3 meses que sea la expresión del Espacio. Para aprovechar el relacionamiento de 7 años continuar con el nombre de «Solidaridad», que al mismo tiempo de tener historia expresa simbólicamente el contenido del Espacio. Antes de sacar el periódico hay que realizar un trabajo previo que asegure una adecuada distribución en medios populares.
g) En el correr del año avanzar lo máximo posible en temas como drogas, jóvenes y educación en relación con la exigencia del proyecto general del Frente de oprimidos.
h) Encarar una tarea regular de información precisa sobre el estado actual del movimiento popular en todos aquellos aspectos que interesan en lo inmediato.
3) En este primer año darle continuidad al Espacio en base a cosas fundamentalmente puntuales, lo que no excluye tomar algunas iniciativas y mantener alguna actividad general permanente.
a) No dotarlo de una estructura institucional que requiera una reunión semanal por ejemplo. Sí tratar de darle una estructura de relacionamiento, vale decir, darle continuidad a las relaciones de diferente manera a las «formales institucionales».
b) Hacerlo expresar fundamentalmente sobre temas sociales que anden en el ambiente.
c) Asegurar su nivel de existencia a través de elementos como: Periódico, manifiestos, pintadas, adhesiones, locales de referencia, presencia en luchas. Es de particular importancia establecer una consigna -o varias que se pinten todo el año a nombre del Espacio. Puede ser: contra la carestía, contra la desocupación, sobre la represión. Quizás en ese orden.
4) Ver como podemos hacerlo jugar para disminuir cierto aislamiento. Es notorio que, al pasar cada vez más hacia una vida institucional de tipo oficial, los grupos de planteo radical y la situación del propio contexto social, en algunos aspectos nuestro aislamiento se ha acentuado en estos 2 últimos años. Pese a ello nuestra organización en otros aspectos a podido sortear el aislamiento, no se ha estancado y fue aumentando su presencia en el medio. Pero el panorama ofrece sus peligros y exige estar atento.
a) Estudiar en cada caso puntual la posibilidad de ampliar la actividad con coordinaciones informales y a término. Analizar esta posibilidad en cada Frente para aplicarla cuando la oportunidad se presenta.
5) Las actividades sociales (las políticas también aunque parece que en menor grado) revisten un carácter irregular. Son intermitentes. No se estabilizan, tienen un fugaz momento de florecimiento y después comienzan lenta o rápidamente a decaer hasta su liquidación. En las de carácter general es más notorio que en las que tienen características parciales, un Sindicato comparado con una Federación, por ejemplo.
a) Hacer un seguimiento atento de esta situación y contemplarla especialmente en nuestro proyecto.
b) No nadar contra la corriente largos trechos, la extenuación puede ser la consecuencia obligada. No pensar que nosotros con nuestra sola fuerza podremos modificar esta situación general. Tampoco hacer un resignado seguidismo, pero, no tratemos de dar una continuidad ha algo que tiene una dinámica distinta, muy precisa y fuerte. Operar atento a esta realidad tratando de obtener la continuidad posible, que por ahora no será la de décadas anteriores.
6) Establecer como eje orgánico principal de la actividad del Espacio el barrio. Que este pase a ser lo que el sindicato en otros momentos. Esta parece ser la unidad que comprende, hoy por hoy, un espectro amplio de actividades y es lugar donde resulta posible una interesante continuidad y crecimiento.
a) Ver la experiencia de «Las Acacias» y Cerro y sobre ella elaborar el criterio práctico de la acción del Espacio en su dimensión barrial.
b) Ajustar la relación de los otros frentes dentro de este lineamiento del proyecto.
Hacia lo interno
7) El grado de desarrollo de la actividad exterior debe ser acompañado con uno semejante en lo interno. Se trata de capitalizar toda la labor hecha afuera y quedar en condiciones de seguir impulsándola.
a) Procurar actividades y actitudes que mejoren la información y formación del militante. Los tiempos que corren piden ductilidad y creatividad al mismo tiempo que firmeza. Ver la forma de la creación de un clima que contribuya a fomentar el interés por la lectura y la información. Debe tenerse en cuenta que si no hay interés del militante no hay formación posible.
b) Aumentar la actividad del local con charlas y videos, tirando a que se realicen no menos de 4 meses por año. Tratar de que esta sea una forma de acercamiento de las relaciones que se van estableciendo con la acción exterior.
c) Mantener pegatinas generales cada 3 meses por lo menos. Ver de aumentar la cantidad de muros.
d) Seguir con los dos actos anuales: el del 1º de Mayo en el Stella y el de jóvenes en el local. Lo mismo para la Lucha Libertaria (3 o 4 anuales) y Opinión de FAU las que sean posible.
8) En Relaciones internacionales intensificar lo que queda comprendido en el Mercosur. Dentro de esto la prioridad del año establecerla para Brasil, continuando la política del 1996. Ver, como ocurrió durante el año 96, que materiales están precisando y procurar su elaboración. Ayudar a la
formación de nuevos grupos. Se harán mejoramientos técnicos a través del acceso a Internet.
a) Realizar alguna visita más a Brasil y Rosario. Ir a Chile a tomar contacto con el nuevo grupo. Tratar de aumentar las relaciones con Paraguay, Bolivia y otros grupos argentinos.
b) Continuar con el Encuentro informal de jóvenes. Organizar otra instancia a la altura de agosto. Tratar de que se consoliden cosas que quedaron en proceso, darle a las bases mayor contextura antes de hacer el lanzamiento «formal».
c) Mantener con la actual atención el resto de las relaciones, teniendo siempre presente la prioridad para con los grupos de América Latina.
d) En Europa continuar con la relación especial para OSL y Alternativa Libertaria dentro de los grupos específicos. Procurar aumentar la relación con el grupo de Irlanda que también es especifista. En Norteamérica mantener en el mismo nivel actual de relaciones a Chomsky y Otero. Con el resto el mismo intercambio fraternal que hay ahora.
9) Procurar la formación de una nueva Agrupación sindical como estaba ya planteada. Lo más interesante sigue siendo la Construcción, le siguen la Salud, la Bebida y Magisterio.
a) Esto es vital para fortalecimiento interno de la organización y para darle, al mismo tiempo, mayor consistencia al Espacio.
10) Frente estudiantil. Sobre este tema no han circulado materiales que oficien de borrador. Igualmente pensamos que puede ser útil el realizar aquí algunas consideraciones preliminares.
a) Debe orientar la tarea estudiantil el mismo criterio general que existe para los otros Frentes. Vale decir, que el criterio político que se establece para la elección de lugares, prioridades, para barrial y sindical, deben correr para estudiantil. Ver aquí también, entonces, que lugares, que centros de estudio, son los que importan, hoy y en el estado actual del proyecto, a la organización. Acto seguido procurar que su militancia cubra esos lugares. A esta altura parece necesario una aclaración. No debe confundirse el gusto, la inclinación, la preferencia personal por un estudio determinado con lo que interesa al colectivo. Son dos planos que deben ser necesariamente diferenciados. La preferencia personal, altamente respetable, no hace al proyecto militante. Es decir, no puede la organización dedicar tiempo militante a aquello que está por fuera del proyecto político actual que articula con realismo su potencial.
Para decirlo de una manera gráfica, no puede quedar la organización al serviciode las preferencias personales de estudio, sino que a la inversa, desde el ángulo colectivo, es el militante estudiantil que debe cubrir aquellos centros que fueron fijados como parte necesaria y priorizada dentro del proyecto político de la etapa.
Si de lo universitario -o semejante- se tratara, la consideración concreta que sigue es indicadora del criterio sugerente.
Por ejemplo, si a la organización le interesa una agrupación Sindical de:
la contrucción, la salud, magisterio, todo parece indicar que debe priorizarse lugares de estudio como: magisterio, escuela de enfermería y escuela de la construcción de UTU.
Igualmente si la Organización necesita determinados saberes para su información y producción teórica debe verse en función de este objeto que Centros de estudio deben escogerse.
b) Para lo liceal el criterio general tendría que ser el mismo. Se escogerían aquellos Liceos que quedan dentro de una zona donde tenemos Agrupación barrial. Por ejemplo, si del Cerro se trata: Bauzá, La Teja, Liceo 11.
c) Claro está que surge la pregunta siguiente de manera natural: ¿adonde van los compañeros que no están en los centros de estudio fijados por la Organización en función de la Estrategia de desarrollo del F. de O.?
Es tema a considerar en concreto. Pero se puede arriesgar una respuesta inicial. Pueden ir a tareas militantes internas o barriales.
d) Estudiar la forma de integración de compañeros provenientes del medio estudiantil. Establecer que características militantes interesan a la organización en este frente específico, cuales son los elementos que se considerarán fundamentales para la entrada a la organización.
Referido a lo liceal parece corresponder a las agrupaciones barriales el procesar a los simpatizantes con miras a mayores grados de integración.
Referido a lo universitario es necesario estudiar el tema.
11) Debemos redoblar esfuerzos para contar con medios de comunicación que nos permitan un contacto mayor con gente. Este año hemos dado un paso importante con las radios. Tenemos proyectos de tiempo atrás relacionados con videos, habría que ver si en el correr de este año podemos concretar uno, el de Molaguero por ejemplo.
Hay que ensamblar la actividad de radios con el Frente de Oprimidos y sus tareas. Es necesario producir pautas generales del accionar de las radios que a la vez que comprendan su especificidad den la adecuada cabida al proyecto de la Organización. Para la producción de estas pautas parece pertinente designar un compañero por cada una de las dos radios que hoy funcionan. Ellos serían los encargados de confeccionar un borrador para que oportunamente lo considere el Consejo Federal.
12) A nivel de la tarea barrial, que hemos pensado como eje del Frente de Oprimidos, hay que ver de profundizar la política que ya comenzara este año la Agrupación «Las Acacias» consistente en ampliar la zona de acción. El Cerro puede intentar el comienzo de una ampliación regular con La Teja. Sobre temas puntuales ya hay algo hecho.
13) La labor editorial y la imprenta. Hay planteada una ampliación de la tarea editorial. Se trataría de editar algunos libros cada año. Ya ha resuelto el Federal la autonomía financiera de esta actividad a los efectos de facilitar su inicial proyecto. Es importante que esta actividad se vaya desarrollando en el tiempo marcado para el proyecto general. Lo mismo vale para la imprenta. Parece necesario editar algunos folletos: Bakunin, Malatesta, Chomsky a los efectos de la difusión de nuestras ideas. La carencia de estos materiales crea limitaciones. Es necesario «recortar» en estos teóricos aspectos y problemáticas que están hoy y aquí en el tapete.
14) Hemos dejado casi para el final una consideración que estimamos de importancia. Se trata de que ha esta altura parece imprescindible, para asegurar un mayor crecimiento y dar estabilidad a lo ya logrado, mejorar la infra de «Las Acacias».
En particular nos referimos a lograr un local propio. Para nuestro proyecto de Espacio es fundamental que los dos polos barriales de desarrollo tengan su propio local. Sabemos todo lo que esto posibilita, más en un momento disperso como este. El Cerro sirve de ejemplo de lo que un local permite.
Que el 97 tenga en materia de infra una prioridad: concretar un local para el desempeño de la labor de «Las Acacias». Esto fortalecerá a lo interno y al Espacio. Y, en el marco de lo anterior se propone la creación de un fondo para tal fin exclusivamente.
15) Sobre la problemática Frente de Oprimidos ya se han dado múltiples instancias de discusión y resolución: «mezclas» federales y congresos.
Ahora es momento de poner el acento en el aspecto instrumental. Es de recalcar que están dadas por Carta Orgánica las instancias competentes para el nivel de instrumentación: los secretariados.
Como muchas veces se han pasado temas al Federal que no son de su competencia, nos parece oportuno resaltar que hay que tener cuidado en esta oportunidad de que no se nos tranque la puesta en práctica de los acuerdos con idas al Federal de temas que no corresponden.
Hay que fortalecer y respaldar toda la labor de los Secretariados para que impulsen la actividad referida. Que actúen con decisión y con la autonomía establecida para su nivel.
Un uso inadecuado del Federal desacredita sus funciones y hasta puede ser, sin quererlo, un escollo para que los otros niveles actúen con eficacia.
16) Fraternidad y solidaridad. A propósito, por el valor que todos le adjudicamos, hemos dejado para el final este capítulo. Es una forma de destacarlo.
Dice nuestra Declaración de Principios: «Entre nosotros, fraternidad y solidaridad no pueden ser palabra vana, deben ser un esfuerzo y una conducta… La organización debe ser una escuela ética, de acuerdo con los valores que propugnamos».
A nadie se le escapa que vivimos un momento en que hay una reducción del espacio para valores que mucho estimamos. Quizás los efectos negativos dejados por la dictadura, el individualismo inyectado por los medios, el descreimiento en tantos símbolo, la angustia y desesperación por la situación económico-social que vive la mayoría del pueblo, la falta de una perspectiva cercana de mejoría social y tantos otros factores que no ubicamos, han creado un cierto clima moral y afectivo que se expresa con bastante asiduidad. Nos referimos a esas reacciones que permiten descalificaciones personales de un momento a otro ante nimios episodios, ha efectuar juicios morales con ligereza, a que rápidamente, sin mediar episodio relevante alguno, una persona pasa de buena a mala. Nos referimos a ese clima de desconfianza en la persona humana, donde como si se estuviera esperando su error para confirmar que de barro somos; a ese clima tenso, propenso a lo agresivo, como queriendo aliviar nuestra carga volcándola en la relación. A esa actitud donde lo importante es lo de uno y lo de los demás es otra cosa. A esa sustitución del comportamiento por enunciados pomposos y vacíos, a verbalizar valores sin practicarlos.
Todo esto hace que se afeen las relaciones humanas y se rompan lazos sobre los que descansan posibilidades de acción colectiva.
Esto está en el ambiente social hoy, así parece. Más que nunca debemos tomar las providencias para que no pase él a constituir parte de nuestra vida social interna. Obviamente esto debilita, atomiza, quita cohesión, conflictua, hace perder perspectivas.
La fraternidad y la solidaridad siguen siendo armas fundamentales para un ambiente espiritual sano y para producir ganas de hacer. Su práctica no viene con una convocatoria, menos en este tiempo, es una tarea diaria y un esfuerzo. No importa que no estemos nunca en lo perfecto, lo importante es procurar caminar siempre lo más cercano posible a esos valores.