¡1 de mayo de 1886! Hoy hace 136 años que la clase obrera estadounidense creó una experiencia invaluable para las próximas luchas de las clases trabajadoras de todo el mundo al decir «¡esta lucha es nuestra última lucha!». Ella sigue siendo una victoria hoy por hoy. La exigencia de «8 horas para trabajar, 8 horas para dormir, 8 horas para lo que queramos» para reemplazar las 16 horas de trabajo y los ataques del capitalismo contra las vidas de las clases trabajadoras en el siglo XIX se convirtió en una huelga general en Estados Unidos. La huelga general ha sido una de las armas más significativas de la acción anarquista como una ganancia para la historia de la lucha de clases.
La lucha por las 8 horas nunca ha sido vista como una simple petición de reforma por parte de los anarquistas. Los y las anarquistas lucharon para reemplazarla por una revolución social con la afirmación: «independientemente de nuestra jornada de trabajo, sea de 2 horas o de 8 horas, este tiempo es esclavitud si trabajamos para los patrones».
El centro de esta gran lucha estaba en Chicago, uno de los complejos industriales más grandes de los Estados Unidos en esa época. Chicago era al mismo tiempo el lugar más importante para la acción anarquista. Cientos de miles de trabajadores gritaban en las calles y en las fábricas en la lucha por las «8 horas de trabajo». Los agentes mercenarios capitalistas y el asesino de trabajadores Pinkerton atacaron a los trabajadores que estaban en huelga en la fábrica McCormick. Estos asesinos masacraron a cuatro trabajadores que estaban desarmados.
Al día siguiente se organizó una reunión en Haymarket. Tras el ataque de la policía contra los trabajadores al finalizar el encuentro, un desconocido lanzó una bomba, lo que resultó en disparos hacia éstos. Posteriormente, todas las publicaciones anarquistas fueron cerradas, miles de trabajadores fueron arrestados y el caso Haymarket marcó el inicio de una batalla continua contra la clase obrera.
Grinnell, el fiscal de la burguesía dijo: «La anarquía está siendo juzgada. Buenos hombres de jurado condenen a estos hombres, háganlos ejemplo, ahórquenlos. Salven nuestras instituciones y nuestra sociedad». Porque el objetivo de los ocho anarquistas que fueron condenados a muerte no era sólo el derecho a trabajar únicamente 8 horas al día; su objetivo era destruir el capitalismo, el imperio de la injusticia y la explotación.
Albert Parsons, August Spies, Adolph Fischer, George Engel y Louis Lingg fueron condenados a muerte. Oscar Neebe, Samuel Fielden y Michael Schwab fueron encarcelados. Se demostró que esos ocho anarquistas no tenían nada que ver con la bomba que explotó en Haymarket, ¡pero fueron acusados de anarquismo! ¡Los anarquistas en la corte no se defendieron a sí mismos, sino defendieron a la clase obrera, la lucha por la jornada de ocho horas y al anarquismo! Después de la declaración de la sentencia de muerte, Adolphe Fischer se opuso a ella con estas palabras:
“Aquí fui juzgado por asesinato, pero condenado por anarquismo. Fui condenado por ser anarquista. Si las clases dominantes piensan que pueden aplastar el anarquismo ahorcándonos, ahorcando a unos pocos anarquistas, están equivocados. Los anarquistas aman a sus principios más que sus vidas. Los anarquistas siempre están dispuestos a morir por sus ideas.”
Louis Lingg no esperó a morir de la mano de su verdugo. Terminó con su vida después de escribir «¡Viva la anarquía!» en la pared de su celda. Los cuatro anarquistas fueron a la horca diciendo «Viva la anarquía». Dejaron atrás su voluntad que no se comprometerá con la clase capitalista y su coraje que no renunciará a ningún precio. ¡Y, por supuesto, el 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores!
Hoy en día, las clases trabajadoras del mundo deben saber que el derecho a la jornada de 8 horas diarias se ganó a través de la lucha implacable de los trabajadores anarquistas hasta su muerte, aunque los capitalistas todavía les intentan robar. Emma Goldman, que, impresionada por la lucha de los/as trabajadores/as anarquistas se convirtió en anarquista, dijo: «Todo lo que es bueno y hermoso en el mundo de hoy existe a pesar de los estados, no por ellos». Los capitalistas nunca le han cedido ningún derecho a los/as trabajadores/as, los/as trabajadores/as los ganaron a través de su propia lucha.
El capitalismo sigue condenando a millones de trabajadores en el mundo a trabajar duro y largas horas de trabajo, los asesina en el trabajo, los somete a explotación y precariedad. La situación es sombría para las clases oprimidas en el mundo, especialmente en el mal llamado “tercer mundo”, dónde el desempleo, el hambre, y la pobreza son extremas en esta nueva etapa de la avanzada neoliberal. El capitalismo contra el que luchamos con uñas y dientes durante cientos de años y su interminable codicia de ganancias amenaza a todos los pueblos del mundo, así como al planeta mismo. El sistema capitalista ha usurpado las vidas de las clases oprimidas todos los días desde su incepción a cambio de sobrevivir y continuar la producción para el beneficio de la clase dominante. La lucha de hoy es una lucha a vida o muerte por todos los oprimidos y todas las oprimidas. Porque hoy, el capitalismo arrastra al mundo a desastres irreversibles junto con la competencia global, las crisis pandémicas y las guerras contra el pueblo.
Los anarquistas de Haymarket eran trabajadores inmigrantes. Al igual que los y las inmigrantes de hoy que se pierden en sus largos viajes en los mares del mundo en aras de sobrevivir y al igual que millones de trabajadores/as inmigrantes que mueren de hambre en los cruces fronterizos de los estados.
Somos anarquistas que luchamos por lo mismo en diferentes geografías del mundo y mantendremos nuestra lucha con uñas y dientes contra la clase capitalista al igual que nuestros honorables compañeros que en la horca dijeron «¡Viva la anarquía!».
Nuestros compañeros sabían que ganarían incluso si los asesinaban. ¡Porque iniciar una revuelta contra el capitalismo que, a cada centímetro es un tormento, significa una victoria! Las protestas de «¡Viva la anarquía!» de nuestros camaradas todavía se refleja en la lucha de la clase obrera hoy. Y nosotros, como anarquistas que abrazamos su lucha, necesitamos transformar esta voz en un poder organizado que pueda cavar la tumba de la clase capitalista que nos roba la vida.
Esta voz no es un residuo del pasado, sino la clave de la lucha de hoy. No hay liberación para los pueblos del mundo a menos que eliminemos los estados que nos constriñen con nuevas limitaciones cada día y a menos que creemos un mundo igual y libre en el que no exista autoridad ni propiedad y todo le pertenezca a todos. Y el camino hacia esta liberación es a través de sembrar las semillas de la libertad en cada tierra del mundo y mantener viva nuestra esperanza de un mundo sin Estado. Sin embargo, debemos recordar que, como dijo Malatesta, «la propaganda individual ocasional, que a menudo es una salida simple para sofocar las dolencias de conciencia, tiene poco o ningún efecto en el logro de la meta. El suelo es muy ingrato con las semillas plantadas en cualquier dirección para brotar y echar raíces». Es por eso que nuestra lucha necesita llevar la responsabilidad, la devoción, la autodisciplina y la autoorganización dentro de ella para lograr la libertad.
En el accionar sindical concretamente, nosotros anarquistas organizados planteamos la necesidad del desarrollo de un trabajo cotidiano desde abajo que impulse la combatividad y protagonismo de los trabajadores para resistir a los ataques de la clase dominante y luchar contra la opresión. Hoy, cuando existen nuevos sectores de trabajadores que trabajan en la informalidad, con salarios de hambre, sin ningún tipo de derechos, muchos de ellos inmigrantes, es necesario ayudar a organizar a esos trabajadores y desarrollar con ellos la organización y los métodos de trabajo basados en la acción directa y la solidaridad.
Es intención de la militancia anarquista organizada impulsar y fortalecer sindicatos clasistas, agrupaciones militantes dentro de los sindicatos que desarrollen una línea de acción directa y profundicen en la combatividad y construcción del poder de los trabajadores, coordinar esos esfuerzos desarrollados en varios sindicatos para dotar a esa línea de trabajo sindical de un carácter más general y que pueda ser propuesta guía del pueblo en lucha. Es tarea sindical tender la mano y brindar solidaridad y apoyo a la lucha de otros sectores sociales organizados, de fortalecer a los distintos sectores de las clases oprimidas. Esta perspectiva en el trabajo militante nos permitirá ir construyendo la necesaria fuerza de las clases populares para desarrollar un proyecto de fondo revolucionario.
Debemos comenzar la lucha por nuestra libertad a partir de hoy formando auto-organizaciones en todos los aspectos de la vida en los que el capitalismo y el estado nos atacan y debemos organizar nuestra liberación combinando estas auto-organizaciones con la lucha por la revolución social, ya que sabemos que «¡Si incluso uno de nosotros está encarcelado, ninguno de nosotros es libre»!
Estaremos en todas las calles del mundo el 1 de mayo para mantener viva la memoria de nuestros compañeros, para elevar su lucha y para crear un mundo igualitario y libre en el que no haya jerarquía ni propiedad y en el que todo pertenezca a todos.
Gritaremos las voces de nuestros compañeros que dicen: «¡Llegará un día en que nuestro silencio será más fuerte que las voces que ahogas hoy!» Y esta voz seguirá siendo el miedo de la clase capitalista, no solo este Primero de Mayo, sino todos los días. ¡Por un 1 de mayo, en la calle, en la lucha, a la lucha con el poder del anarquismo organizado!
¡Viva el 1 de mayo!
¡Viva la lucha por la libertad de la clase obrera!
¡Viva la anarquía! ¡Viva la Revolución!
FAS (Federación Anarquista Santiago) CALA -Coordinación Anarquista Latinoamericana- : FAU (Federación Anarquista Uruguaya); FAR (Federación Anarquista de Rosario); CAB ( Coordinación Anarquista Brasilera) AF (Federación Anarquista, Grecia) Roja y Negra Organización Anarquista (Buenos Aires, Argentina) Embat (Cataluña, España)LA (Acción Libertaria, Suiza) Karala (Turquía) OSL ( Organización Socialista Libertaria, Suiza) Die Plattform ( Alemania) OAC ( Organización Anarquista de Córdoba, Argentina)OASC (Organización Anarquista de Santa Cruz) OAT (Organización Anarquista de Tucumán) UCL (Unión Comunista Libertaria, Francia) Grupo Libertario Vía Libre ( Colombia) MACG (Melbourne Anarchist Comunist Group, Australia) ACG (Anarchist Comunist Group, Gran Bretaña)