CARTA OPINIÓN FAU
OCTUBRE 2024
68º ANIVERSARIO DE FUNDACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN
PLEBISCITOS Y PERSPECTIVAS
SÍ A LA SEGURIDAD SOCIAL
En octubre se votan dos plebiscitos. Analicemos uno a uno. Comencemos con el plebiscito que plantea una reforma constitucional en defensa de la Seguridad Social impulsado por el PITCNT y un conjunto de organizaciones sociales, sin padrinazgo político alguno. Luego de una campaña de firmas que superó las expectativas generales, este tramo de campaña para conseguir que cada ciudadano/a apoye la iniciativa no viene siendo sencilla, pero es una campaña mano a mano y boca a boca.
Esta iniciativa propone que se garantice en la Constitución la edad de retiro o jubilación a los 60 años (sin desmedro de mejores situaciones de retiro según cada sector de actividad), la eliminación de las AFAP y toda forma de lucro privado y equiparar las jubilaciones y pensiones mínimas al salario mínimo nacional. Los tres pilares de la reforma atienden a necesidades populares muy sentidas y a terminar con el juego especulativo del capital en materia de seguridad social. Los aportes de los trabajadores las AFAP los “timbean” en inversiones y juego especulativo del peor tipo, maximizando ganancias -que se queda la AFAP- y si hay pérdidas, las mismas son de los “clientes” que tienen cuentas privadas en cada AFAP.
Es mentira que el dinero depositado en la cuenta de cada trabajador en la AFAP es del trabajador; es de la AFAP. Son las AFAP las que presionan al gobierno para que cambie las normas cuando le conviene, como hace poco más de diez años -bajo el gobierno de Mujica- cuando cambiaron las cápita y los trabajadores que se jubilaban a partir de allí perdían un 8% de jubilación por la AFAP. Ello en claro beneficio de estas empresas.
Hoy vemos jubilaciones por las AFAP de 4000 pesos o menos. Además de injusto, no tiene lógica. Las AFAP además no pagan seguro de paro, determinadas terapias, lentes, etc. Todo ello se hace desde el BPS bajo una lógica de aporte y fondo solidario.
La mayor parte de los aportes al BPS provienen de los trabajadores: aportamos 15% de montepío. Los patrones solamente aportan 7,5% por cada trabajador a cargo. La dictadura cívico- militar y el gobierno de Luis Alberto Lacalle (1990-1995) redujeron este aporte. En todas partes del mundo los patrones pagan más que los trabajadores, ¿por qué Uruguay es la excepción?
Desde la clase política se dice que el BPS está desfinanciado y que nos cuesta varios millones de dólares. Han salido a la palestra una centena y algo de economistas de “izquierda” que, apoyan y refuerzan los argumentos del gobierno, la derecha y los empresarios. Luego sostienen que no quieren debatir, luego de lanzar “su verdad”. Esa “verdad”, que es la de los de los patrones, del capital multinacional y financiero. Los mismos que en 15 años de gobierno no tocaron el tema, ni se pusieron a analizarlo.
Que el BPS esté desfinanciado es relativo. La seguridad social, justamente es una de las políticas sociales más importantes y en las que vale la pena invertir. Se quejan de pagar pensiones familiares y jubilaciones de miseria, pero la Caja Militar nos cuesta más de 550 millones de dólares al año, y las exoneraciones impositivas al capital son inmensas, los mismo que los aportes patronales ya mencionados. Vaya a modo de ejemplo: 282 millones de dólares por donaciones a institutos privados, otro tanto por IRPF patronal, casi 860 millones de dólares por concepto de IRAE, cerca de 667 millones por impuesto al patrimonio, IMESI casi 45 millones… Nos da un total de poco más 2135 millones de dólares que el Estado no recauda por año, exonerando y beneficiando a los grandes empresarios.
2135 millones que significan un 2,7% del Producto Interno Bruto (PBI) del país, prácticamente algo más que la mitad del presupuesto de la Enseñanza. Es una transferencia inmensa de recursos de las clases populares hacia las clases dominantes, en forma terrible y trágica. Así se financia el enriquecimiento de los “malla oro” y el capital multinacional y de todos los estamentos sociales que garantizan la dominación en el Uruguay, alto mando de la Fuerzas Armadas incluida. Además, las AFAP manejan un monto de 23 mil millones de dólares, casi un tercio del Producto Interno Bruto.
Por eso esta campaña para terminar con una de las políticas neoliberales más jodidas en nuestro país. Para ponerle freno. Darle un golpe al capital, a la derecha y a los que se dicen de “izquierda” y salvaguardan a ese mismo capital y al funcionamiento del sistema capitalista con lógicas de derecha.
Lo que nos cuesta caro es sostener la fiesta y el lujo de los de arriba. Con esas exoneraciones y lo que nos cuesta la Caja Militar no solo se puede financiar el BPS y aumentar prestaciones, sino también desarrollar una política de vivienda popular y que no exista más gente viviendo en situación de calle, una política de empleo, educación, salud y cubrir holgadamente todas las necesidades populares. Todo ello solamente dejando de exonerar al capital. ¿Se imagina todo lo que se podría hacer si vamos a fondo?
NO A LOS ALLANAMIENTOS NOCTURNOS
No es casualidad que los mismos sectores sociales y políticos que se oponen al plebiscito por la Seguridad Social hayan sido los que elaboraron y promueven un proyecto de Reforma Constitucional que garantice los allanamientos nocturnos y elimine un derecho básico del liberalismo clásico: el hogar como sagrado inviolable en la noche. El pretexto es el narcotráfico y la violencia que ha ido en aumento en el último tiempo.
No pueden quedar dudas del sesgo de clase de ambas políticas. Los mismos que te matan de hambre con la jubilación -si llegas a jubilarte-, pretenden allanar tu domicilio en la noche como si ello solucionara los graves problemas que estamos viviendo. La violencia y el narcotráfico en los barrios populares no se va a combatir con allanar de noche cualquier domicilio o todo un barrio inclusive. Primero, el narcotráfico en todos sus niveles no podría existir sin aval, permiso e involucramiento de la Policía, el Poder Judicial y la clase política. Varios de los narcotraficantes más importantes que han enviado droga a Europa vía Puerto de Montevideo son empresarios vinculados al Partido Nacional. Quienes ingresan la droga al país para su consumo aquí, también tienen amplias vinculaciones a todos los niveles.
Por otro lado, esta medida propuesta por los de arriba no es más que el corolario de una guerra de pobres contra pobres que se ha instalado en nuestra
sociedad, dada la magnitud de la miseria y exclusión del acceso a lo básico para vivir de amplios sectores de la población. Estalla entre los de abajo una lucha tenaz por la sobrevivencia, en lugar de estallar contra los responsables del hambre, la miseria y la falta de oportunidades. Esos mismos responsables, que viven en barrios privados y cerca de la costa, introducen el narcotráfico hasta en sus redes más micro y piden allanamientos nocturnos, luego de que toda esta situación genera a diario altos niveles de violencia en los barrios populares.
Claro, los allanamientos nocturnos se aplicarían en nuestros barrios, no en los barrios de la clase alta. No están pensados para La Tahona, Carrasco, Punta del Este, sí en cambio para Cerro Norte, Casabó, Marconi, Borro, La Teja….
El único período de nuestra historia reciente en que se desarrollaron allanamientos nocturnos fue en la dictadura. Más claro, imposible. Violaciones a los Derechos Humanos en forma abrupta y total; en realidad esta medida está pensada para ser usada más adelante, en otro contexto político. El narcotráfico y la violencia es solo un pretexto, ya que la profundización de este modelo económico -social seguramente genere protestas de mayor calado y eso es lo que prevén enfrentar en un futuro próximo. De todos modos, es una “herramienta” que quedaría plasmada en la Constitución para ser usada por el gobierno de turno, en forma “democrática”, cuando necesiten reprimir al pueblo organizado.
Por eso, ante la campaña del miedo y soluciones fáciles al tema “seguridad” que solo habilitan más violencia represiva y social a la vez, hay que plantear la globalidad de la problemática y eludir salidas represivas. Represión que ya está instalada en los barrios en forma permanente y que se pretende incrementar, dándole más carta libre a la policía. Mientras no haya soluciones a los problemas reales de la gente: el pan en la mesa, el trabajo, la salud, vivienda decorosa y educación continuarán y se profundizarán las situaciones que estamos viviendo en las barriadas populares.
Esto que vivimos es el largo proceso de deterioro social luego del cierre de miles de fábricas y pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo, es consecuencia de la reprimarización de la economía y de hacer del Uruguay un feudo para la extracción de recursos para el capital extranjero en forma cada vez más acentuada.
PERSPECTIVAS
Grosso modo: si el pueblo uruguayo aprueba el SI a la reforma de la Seguridad Social, se coloca un freno al saqueo, se atiende una política social de primer orden y es posible ordenar los gastos e inversiones en esta materia. Permite además discutir la generación de riqueza y cómo se distribuye en nuestra sociedad, nos permite ir más a fondo en los problemas reales que vivimos a diario.
Si es rechazada la propuesta de allanamientos nocturnos, por otra parte, se salvaguarda un marco mínimo de protección a los Derechos Humanos y se mantiene un freno a los abusos del poder político y los organismos represivos.
Hay que evitar los retrocesos, e ir por más. Ante la avanzada de la derecha y del capital, ante la profundización del modelo neoliberal con su estela de muerte, la resistencia es la única posibilidad de construir una vida digna. Ante el hambre, el despojo, la precarización de la vida en todas sus facetas, resistir. Ante el aumento represivo, resistir. Ante los negociados de los de arriba, resistir.
Porque no habrá soluciones mágicas si gana tal o cual partido o candidato, ya vemos que ni siquiera hay debate de propuestas o ideas en plena campaña electoral.
El libreto ya está escrito, no hay mucho margen para salirse del mismo, por lo tanto, ninguna fuerza política va a tocar intereses de las clases dominantes o ir a fondo con temas relevantes. Por eso se llaman a silencio en el tema allanamientos nocturnos y no dicen una sola palabra en contra y, por otro lado, sale el coro de economistas y politiqueros serviles al capital, eludiendo que los candidatos se pronuncien abiertamente, aunque ya han manifestado que no van a acompañar el plebiscito.
Eso es ser gobierno: gobernar para los de arriba. Gobernar para que las clases dominantes mantengan y acrecienten sus privilegios. Con suerte, tirar alguna migaja para los sectores populares. Ya lo decía nuestra Organización en 1971 en el folleto titulado “¿Tiempo de lucha, tiempos de elecciones?”: “Las instituciones de la burguesía solo a la burguesía pueden servir”.
Por eso, más allá de que se apruebe el SI a la reforma de la Seguridad Social y sean rechazados los allanamientos nocturnos, la pelea de fondo está en la calle. Fortalecer los sindicatos, cooperativas de vivienda, gremios estudiantiles, organizaciones barriales y colectivos del interior del país, movilizarse en forma cotidiana, colocar temas sentidos y generales como eje de dichas movilizaciones, construir una plataforma mínima por la que luchar en forma conjunta y unificada. Esa es la garantía efectiva de un avance de los de abajo y de asentar las conquistas, defender los derechos e ir más a fondo a favor de los intereses populares y contra los de arriba.
En este octubre, donde nuestra Organización cumple 68 años y se conmemoran dos años del compañero Juan Carlos Mechoso, redoblamos nuestro compromiso y lucha por el Socialismo y la Libertad.
¡¡POR LA CONSTRUCCIÓN DE PODER POPULAR!!
¡¡ARRIBA LOS Y LAS QUE LUCHAN!!
FEDERACIÓN ANARQUISTA URUGUAYA