Por una nueva marcha atrás.

Más allá del volumen impresionante de las firmas presentadas por el referendum contra la privatización de ANTEL las mismas constituyen una contundente expresión de rechazo contra la mencionada ley.
Jorge Batlle adicto a la politología y Ciencias afines, a tamaño volúmen contrató a dos consultoras. Las encuentas no son fotocopias de la realidad, pero miden tendencias. El resultado fue catastrófico para los «innovadores». En el mejor de los casos el rechazo a la ley triunfaría por un resultado de 7 a 1.
Don Jorge temeroso de tamaña goleada, convocó a sus soldados y los alineó, llamó así a los socios para hacer una discreta retirada. Más allá de la bravuconada «principista» de algunos blancos que quieren cobrar la cuenta de una pasada traición en un pasado plebiscito a sus socios, la retirada en orden ya tiene sus víctimas. Anunció el presidente de Antel Bracco, que presentaba renuncia, y simultáneamente su retiro como interesados en invertir algunas empresas internacionales en ANTEL y en otras áreas de la actividad pública, se les pinchó el globo.
Ahora está el proyecto de ANCAP, más confuso y redactado con la colaboración de Curiel y el ministrable Danilo Astori. Será hora de forzar una segunda retirada de don Jorge y sus fantasías reformistas. Lo que pasa es simple, por un lado el desastre de Argentina, que es muy grande y muy cercano para obviarlo, y por otro, la gente está harta de tantas mentiras y trampas, por más de anuncios de escuelas y otras fantasías, con la supuesto dinero de las ventas.

 

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