Carta opinión FAU / Octubre 2025

En pleno siglo XXI vivimos un genocidio

El genocidio perpetrado por el Estado de Israel al pueblo palestino nos retrotrae a las peores épocas de nuestro pasado reciente como humanidad, pero es un presente que desenmascara la realidad del sistema capitalista en esta etapa. Israel, con el apoyo de EEUU y la Unión Europea, está perpetrando un genocidio sin precedentes en este siglo, ante la pasividad de los organismos internacionales y de muchos Estados de la propia región.

El pueblo palestino, convertido en paria luego de la creación del Estado de Israel en 1948, previa partición del territorio palestino hecha por la ONU en 1947, ha sufrido desde entonces, todas las atrocidades posibles. Una segunda Nakba (“Catástrofe”) es lo que está viviendo este pueblo, debido al interés económico y político -mesiánico de la colectividad sionista que dirige dicho Estado desde su fundación.

Ese Estado sionista ha trabajado todo este tiempo para cosificar a los palestinos, convertirlos en “basura”, en material desechable, por lo tanto, pasible de ser asesinado en masa sin que nadie diga nada. Se repite el mecanismo genocida que el nazismo aplicó al pueblo judío. Ahora el Estado de Israel ha logrado que gran parte del pueblo israelí vea con buenos ojos asesinar niños y mujeres sin más para expandir su proyecto de “Gran Israel”. Hay grandes proyectos de inversión en marcha para crear grandes complejos hoteleros en Gaza, a las costas del Mediterráneo y expandir la colonización israelí sobre territorio palestino.

El genocidio lleva ya cobradas más de 67 mil muertes certificadas, algunos organismos duplican por diez ese número. Desde hace dos años nos llegan imágenes de niños descuartizados, asesinados a montones, niños cargando agua o alimentos, desnutridos, mujeres y hombres llorando por sus hijos, familias diezmadas y desgajadas, el hambre… Ha sido arrasada la Franja de Gaza.

Todo ello con la complicidad de las monarquías árabes (Arabia Saudita, Catar, Emiratos Árabes, entre otras) que tienen grandes negocios con Israel y alianzas políticas mediadas por EEUU. Muchos intereses en juego para que importen la vida de algunos millones de seres humanos…Esa es la mentalidad de las clases dominantes, de los de arriba, en esa zona y en Israel, EEUU y Europa.

Pero en distintas partes del mundo, los pueblos se están manifestando contra este genocidio, realizando marchas multitudinarias y boicots a empresas israelíes o que apoyan a Israel. La flotilla de barcos que llevaba suministros e intentó romper el bloqueo -y que fue capturada en un verdadero acto de

piratería y terrorismo internacional por parte de Israel, incluyendo el secuestro de sus tripulantes-, movilizaciones de judíos contra este genocidio dentro y fuera de Israel, muestran a las claras que son los pueblos y las organizaciones populares las que están enfrentando este intento de exterminio al pueblo palestino, al que no se le reconocen los más elementales derechos, siquiera el derecho a la vida y a la existencia. Cada vez se extienden más estas movilizaciones, incluso aquí en nuestro país.

Pero parece que al gobierno uruguayo todavía le cuesta reconocer que esto es un genocidio. Teme que el lobby sionista actúe contra el Estado uruguayo y Orsi se arrodilla sumiso ante quienes tienen las manos manchadas de sangre. ¡¡ El Estado uruguayo debe romper relaciones con Israel ya!!

Para cerrar este capítulo, señalar dos cosas: la primera es que este genocidio que se está perpetrando contra el pueblo palestino no es una cuestión puntual, producto exclusivo de la aberración del sionismo y los delirios de conquista de los fascistas judíos. No; es parte del modelo que se comienza a implementar en el planeta para las “poblaciones sobrantes”, que justo están afincadas en territorios relevantes por sus recursos o los motivos que los hagan importantes para el capital trasnacional e imperialista. No es la única experiencia de genocidio en estos últimos 30 y tantos años: podemos remontarnos al genocidio entre hutus y tutsis en Ruanda, patrocinado por las potencias imperialistas, la guerra que desmembró a la ex Yugoslavia, la invasión a Irak y Afganistán, entre otras. Además, esos genocidios no fueron investigados a fondo, mucho menos castigados sus verdaderos responsables y a nivel jurídico internacional se abrió camino para justificar nuevos genocidios y limpiezas étnicas.

En nuestra América Latina varios pueblos indígenas y afroamericanos sufren políticas genocidas a distintas escalas, y desde hace más de 530 años. Pero aquí lo que se está instalando con Gaza es la posibilidad para el sistema de aplicar un exterminio humano masivo, con complicidad de lo que llaman “comunidad internacional” y que ello opere en favor del despliegue del propio sistema capitalista, ya sea a nivel de explotación de recursos, inversiones, planes de expansión estatal o control de poblaciones. Lo dicen los propios multimillonarios y sus organismos: el sistema capitalista tolera 2000 millones de habitantes en el planeta. Por tanto, sobramos 6000 millones. Es desde esa concepción que se despliega toda esta política de muerte o necro-política y de control de poblaciones, con distintas variantes, matices y experiencias en diversas partes del mundo. Es el despliegue del sistema capitalista en una etapa donde la industria armamentística es un resorte fundamental en el terreno económico, pero, además se está en plena disputa del mundo, del orden mundial.

En segundo lugar, la Resistencia Palestina le está confiriendo duros golpes al ejército israelía diario. Muertos, heridos, militares que no quieren volver a Gaza, que padecen trastornos mentales, varios soldados que se han suicidado, son el saldo que este genocidio está teniendo entre los israelíes, sin

contar los ataques de Yemen y de Irán en la llamada “Guerra de los 12 días”. Resistencia palestina que mantiene altos niveles de coordinación entre milicias armadas de diferentes orientaciones políticas, proceso que había comenzado antes de 2020. Por eso también, este genocidio no es solamente la respuesta a la operación “Tormenta de Al Aqsa” del 7 de octubre de 2023; es una respuesta a un avance de la resistencia palestina en clave de liberación territorial y logro del Estado palestino, ya reconocido por más de 140 países en la última asamblea de la fenecida Naciones Unidas.

La disputa de la hegemonía mundial. Ambiciones imperiales sobre América Latina

Hay varios frentes de conflicto a nivel internacional. Además de la situación de Oriente Medio, continúa la guerra entre Ucrania y Rusia y hay tensión en varios lugares del mundo: India y Pakistán, aquí en América Latina el imperialismo norteamericano muestra las garras nuevamente. De fondo, en todos estos conflictos está la disputa entre los imperios yanqui y chino. La lucha por la hegemonía mundial está al orden del día y, sobre todo EEUU mueve sus fichas muy rápidamente y aprovecha cualquier espacio para desestabilizar algún territorio, cambiar gobiernos o lo que sirva a sus intereses, de modo de que China pierda influencia.

La agresividad que muestra EEUU ante la potencia económica mundial que es China, hoy la mayor del mundo, es más que preocupante. Es un discurso belicista liso y llano. Al imperio norteamericano le preocupa China y el BRICS, y sobre todo la posible pérdida de la hegemonía mundial ante el país asiático.

Por otra parte, las medidas arancelarias de Trump han generado alguna suba de precios de algunos productos a nivel internacional, pero no han tenido un efecto beneficioso sobre la economía norteamericana, al menos por el momento. Las bravuconadas imperialistas de mostrar su poderío no son más que la contracara del debilitamiento progresivo en el terreno económico al menos, de los EEUU.

El imperialismo yanqui tiene como último resguardo América Latina. Retirado de Oriente Medio, al menos en términos militares, ya que no ha logrado dominar fehacientemente allí donde invadió (Irak, Afganistán), tiene a su “patio trasero” como nos llaman, como territorio a “reconquistar” o a retomar el control, ya que en estos últimos 20 años, China y Rusia han ido ganando espacio en esta zona, especialmente China con inversiones y a nivel comercial.

Una de las primeras medidas del gobierno de Trump fue retomar el control del Canal de Panamá, comprando dos puertos cercanos que estaban en manos de empresas chinas y amenazando y disciplinando al gobierno de aquel país.

Luego la amenaza sobre Venezuela con el pretexto del narcotráfico…Debería mover a risa. Pero cuando los yanquis amenazan, algo se traen. Recordemos el mismo expediente, pero en Panamá, en 1989. EEUU

acusó a Noriega también de ser narcotraficante, el dictador panameño de entonces que sustituyó a Omar Torrijos, luego de que éste fuera asesinado por la CIA por su habilidad para negociar con el gobierno norteamericano de James Carter la entrega del Canal de Panamá en el año 2000 al Estado panameño. En este caso era cierto, Noriega permitía el tráfico aéreo en avionetas de la cocaína de Pablo Escobar hacia EEUU y cuando Noriega quiso hacerse con parte del negocio para sí mismo, EEUU vio la oportunidad… Invadió el país, lo encarceló, reorganizó el negocio del narcotráfico, comenzó la persecución a Escobar luego. Pero esa invasión dejó un saldo primario de más de 3 mil panameños asesinados, donde fueron arrasados barrios populares de Ciudad de Panamá y Colón, entre otras. Así EEUU “liberó” a los panameños del dictador Noriega, que era el hombre de EEUU en Panamá.

Ahora la acusación que despliegan contra el gobierno de Venezuela es ridícula. Resulta que EEUU y su agencia antidrogas han demorado más de 12 años en darse cuenta que Maduro maneja un cartel de drogas…Nadie lo cree. El único interés de EEUU es el petróleo venezolano y eliminar un gobierno que le ha hecho frente en el continente y a nivel internacional, que ha ayudado a una gran cantidad de pequeños países del Caribe en términos económicos, incluyendo a Cuba.

Quien va a pagar los costos de una invasión yanqui allí es el pueblo venezolano con su sangre. Ese pueblo que ya ha sufrido un feroz bloqueo económico de EEUU y ha intentado ahogar su economía, con los daños ocasionados. EEUU busca la sumisión total de Venezuela y dejar en el gobierno a sus amigos, como Corina Machado, burguesa y fascista recalcitrante, nombrada recientemente con el Premio Nobel de la Paz. Una golpista y asesina. Esa es la “democracia” que quiere imponer EEUU.

Claro, hay otros gobiernos que son amigos de EEUU, especialmente bajo el mandato de Trump. Bukele en El Salvador y Milei en Argentina. Bukele ha avanzado hacia un gobierno dictatorial. Ya casi ha sido anulado el Poder Legislativo, el Judicial lo fue primero, y alquila sus cárceles a Trump para la deportación de inmigrantes. Un gobierno de claro tinte neofascista, que bajo el pretexto de la “seguridad” y “la lucha contra las maras” ha convertido al país en una cárcel. Ahora, en esta nueva etapa, avanza en su proyecto autoritario y económico neoliberal.

En el caso de la Argentina de Milei tenemos el experimento más arriesgado que el sistema capitalista está realizando en materia económico -social. Intentan llevar el mercado, la economía privada a su máxima expresión. Como ya hemos dicho, de poder hacerlo, privatizaría la policía y el Ejército. No lo ha podido hacer, pero ha instalado la posibilidad y el pensamiento que lo pueda hacer posible.

Milei no es un loco, es producto de las clases dominantes criollas e internacionales para el despliegue del sistema capitalista. Gobierna para una élite local e internacional y su política es genocida a través del hambre en varios planos. Recortes y eliminación de políticas sociales, cierre de hospitales,

jubilaciones atacadas, todo lo que ha señalado como “gasto” y que según su visión ordoliberal, no ayuda al crecimiento económico. Mientras mata de hambre a la población y ataca los servicios públicos, se destapan escándalos de corrupción, endeuda hasta lo imposible al país con el FMI, que está al borde de la quiebra y de un posible estallido social. El rechazo al gobierno crece, aunque la derecha ha consolidado un tercio de la opinión pública que se expresa a través del voto. Para un sector de la derecha, Milei ya es un problema. Ya están viendo el “plan recambio”, y el kirchnerismo está muy golpeado, con poca capacidad de respuesta y articulación electoral.

Sí, en el plano social, en la calle, se manifiesta la bronca y el descontento. Los jubilados, trabajadores, desocupados, van ganando nuevamente un interesante ritmo de movilización luego de algunos años de cierto quietismo. Hay algo en ebullición allí, seguramente estas movilizaciones se incrementen. Ya se expresan algunas articulaciones, como en la ciudad de Rosario en ámbitos sindicales. El ataque que sufre el pueblo argentino es extremadamente grande.

¿Nuevo ciclo de luchas en el continente?

En estos últimos meses venimos presenciando una serie de movilizaciones en el área. Una nueva alza del precio del gasoil ha hecho que se lancen a la calle en Ecuador el movimiento campesino indígena, y en varias zonas del país hay bloqueos de rutas y marchas. La represión ha sido intensa y se ha cobrado la vida la menos de un campesino. El gobierno ultraliberal de Noboa, que además es acusado de una fuerte corrupción, enfrenta una nueva movilización popular, que ya iremos viendo su desarrollo. El pueblo ecuatoriano tiene en su experiencia y memoria reciente el haber volteado varios gobiernos y haber paralizado el país por semanas, como en 2019.

Por otro lado, en Perú la juventud limeña y los sectores de transportistas se vienen movilizando, especialmente a partir de una demanda de “seguridad”, criticando la dictadura de Dina Boularte, ahora depuesta por el poder legislativo. El poder real está en manos del clan Fujimori, pero el margen de maniobra es escaso, excepto en el plano represivo. Recordemos que los pueblos indígenas de la sierra fueron los protagonistas de amplias protestas contra el golpe en 2022 y 2023. Se habla aquí de la participación juvenil, de la llamada “Generación Z”, pero lo cierto es que de las convocatorias participan las federaciones estudiantiles y no es un fenómeno exclusivo de las redes sociales, como algunos medios intentan vender esa idea con el fin de despolitizar a este movimiento.

En Paraguay, también la juventud y el movimiento indígena se movilizan. La juventud lo ha hecho en Asunción, el movimiento indígena nucleado en ANIVID (Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna) cortan rutas en diferentes puntos del país, reclamando el fin de los desalojos violentos y el reconocimiento pleno de sus derechos ancestrales sobre las tierras que habitan.

En Brasil, el movimiento popular está en la calle contra la posibilidad de que una resolución parlamentaria libere a Bolsonaro, condenado por intento de golpe de Estado en enero de 2023. La represión policial ha cobrado la vida además, de tres campesinos del movimiento de los Sin Tierra en el Estado de Pará, con lo cual queda en evidencia la violencia en el campo que se sigue manteniendo y el papel de los sectores patronales y de extrema derecha.

En Centroamérica, el pueblo panameño continúa con sus protestas y en Guatemala hay movilizaciones importantes.

Es probable que estas protestas continúen y se profundicen, se sumen otras, otros pueblos, ya que los niveles de violencia como en Chile con el asesinato de Julia Chuñil que ha sido quemada viva por sus asesinos, con la complicidad del gobierno de Boric que reprime a quienes luchan y defienden la naturaleza y sus derechos, son bastante altos en todo el continente. Gran cantidad de pueblos indígenas están reclamando sus tierras y la defensa de la naturaleza contra el avance del extractivismo y de las empresas multinacionales. Es posible que estemos ante un nuevo ciclo de luchas en el continente, o la continuación del ciclo abierto en 2019 y que la pandemia del Covid cortó. Sin dudas, la movilización aún no ha alcanzado los niveles de aquel momento, pero es importante este desarrollo.

Dentro de todo este marco, está la situación de Bolivia, donde el MAS está en franca descomposición y la derecha retomará el gobierno. Pero el pueblo boliviano ya nos tiene acostumbrados a altos niveles de dignidad y lucha. Seguramente otra vez ese heroico pueblo nos dará noticias.

En definitiva, son las clases oprimidas a lo largo y ancho de nuestra América Latina las que resisten y abren posibilidades de avance más profundas para los de abajo. Son tiempos de lucha, de pueblos en la calle. El neoliberalismo genera movilización y revuelta. Nuestra rica historia es fuente de método y experiencia.

En el paisito….

Luego de una campaña electoral donde se expresaron un sin fin de grandes ideas para obtener el voto popular, planes inmediatos, planes a mediano y largo plazo, la caja ha determinado que hay que ir con cautela en el gasto, y esa cautela la pagan los y las de abajo.

Se expresa con gran claridad cuáles serán las coordenadas del nuevo gobierno en el próximo quinquenio, a través de las pautas salariales y el presupuesto presentado el resumen es claro: las grandes necesidades populares no son cubiertas bajo ningún punto de vista.

En campaña se habló largo y tendido sobre la emergencia infantil y la cantidad de niños y niñas que nacen en la pobreza, todos los partidos colocaban esta grave situación como algo inadmisible, aventurando planes y medidas. Pues no ha sucedido nada que modifique radicalmente la realidad, no apareció un plan de emergencia infantil para revertir esta tragedia de forma

inmediata, y han colocado como excusa lo poco que hay en caja y el engaño del gobierno anterior en los números de las finanzas estatales. Sin embargo, se aumentó y mantuvo el gasto en las fuerzas represivas y esta es la coordenada. La mayor parte del Presupuesto Quinquenal se lo llevan las FFAA, incluyendo la Caja Militar, pagando jubilaciones de privilegio a torturadores y genocidas. Sensibilidad popular en el discurso por un lado y por el otro, acciones que apuntan a mantener los privilegios y fortalecer el brazo represor. Hablaron de la “revolución de las cosas simples” y no hay cambio mínimo alguno siquiera, ya

que la Caja Militar mantiene y aumenta su privilegio en la sociedad y las fuerzas represivas se mantienen intactas y se plantea aumentar su presupuesto en el quinquenio.

Lo destinado a vivienda y educación va por las mismas coordenadas. En términos del presupuesto educativo, la nueva Ley de Presupuesto Quinquenal, no ofrece mayores novedades. La educación no solo sigue sin ser una prioridad para el gobierno, sino que además contará con menos recursos económicos para desarrollar las políticas que se demandan desde las organizaciones populares. El planteo histórico del 6 % para ANEP y Udelar, más el 1% para investigación queda nuevamente relegado a una simple promesa electoral, es claro que con esta ley que no se estará ni cerca de esos números, incluso teniendo en cuenta la asignación presupuestal a la UTEC (universidad tecnológica).

Más allá de esta perspectiva, la asignación presupuestal también es deficitaria en términos de lo que los propios organismos solicitaron como presupuesto base para solventar sus políticas, el ejecutivo propone, para el año 2029, atender solo el 11,3% de lo solicitado por ANEP, el 3,4% de lo solicitado por la Udelar y el 59,5% de lo que solicitó la UTEC. O sea, este presupuesto ni siquiera alcanza para cubrir las necesidades que los propios organismos del Estado se proponen desarrollar.

Uno de los caballitos de batalla de este gobierno en términos de presupuesto educativo ha sido la ampliación de la política de becas alimenticias. En este sentido, lo que se quiere vender como un logro y avance es el financiamiento de 70.000 becas Butiá (el 23% de la matrícula de educación media pública) y 20.000 becas alimenticias en educación media (15% de la matrícula).

En término de salario docente, se está discutiendo en estos días la firma o no por parte de los sindicatos de la educación de un acuerdo salarial. Acuerdo que las mayorías burocráticas en los diferentes gremios pretenden imponer a trabajadores y trabajadoras, acuerdo que prevé una congelación del salario real por los próximos dos años y que luego plantea algunos aspectos vinculados especialmente con los funcionarios no docentes pero que no mejoran sustancialmente las condiciones de trabajo y salario de trabajadores y trabajadoras.

Finalmente existe una asignación prácticamente nula en términos de obra e infraestructura, las demandas de la construcción de nuevos liceos, como

el de bachillerato en La Teja o el nuevo liceo de Las Piedras, demandas muy sentidas por la comunidad y por los sindicatos docentes, estarán durmiendo en un cajón por los próximos 5 años.

En vivienda las demandas populares seguirán sin ser cubiertas y lo destinado en el presupuesto sigue siendo la misma vergüenza que los presupuestos anteriores. Pagar el alquiler se lleva más de un salario mensual y los miles que viven en condiciones inhumanas seguirán sufriendo ese tormento. Miles en la calle, miles pagando alquileres de usura, nada de presupuesto para la vivienda popular como las que se construyen a través del cooperativismo de ayuda mutua. El 20 % de la población alquila, desde hace varias décadas solo se destina 0.5 % del presupuesto a la vivienda popular. Hoy existen 667 asentamientos en donde viven 200.000 personas de forma precaria. Se está lejos de comprender a la vivienda como un derecho humano esencial, en tanto las exoneraciones a las constructoras se mantienen y se favorece la construcción de barrios privados.

En seguridad social se está aplicando la expresión de los 111 economistas contra la opinión de casi un millón de adhesiones en contra de las AFAPS. No nos verán en el «diálogo nacional» sobre seguridad social, ni en esos simulacros…En primer lugar, porque no concebimos que se pueda solucionar nada, en «diálogo» con quién justamente se beneficia de las condiciones actuales, en desmedro de la miseria de miles…

Cualquier instancia de negociación, intercambio o posible salida a un tema, en nuestra modesta opinión, tiene que ser en función de la lucha callejera, la movilización y el conflicto, que genere, una correlación favorable para establecer condiciones en inclinar la balanza a favor de los intereses populares, condiciones para el diálogo o la negociación, impuestas con lucha. Cualquier propuesta debe ser desde abajo hacia arriba, construida, analizada y debatida, entre miles, en las bases y las organizaciones populares.

No existe ninguna, que reúna más condiciones en este sentido que las que defendimos en la papeleta de plebiscito, que boicotearon los enemigos del pueblo y particularmente la tecnocracia que vive de las bondades de este sistema injusto.

Esa tecnocracia hoy conduce, con los sectores patronales el proceso, no planteando en esencia ninguna modificación a la nefasta reforma jubilatoria de la derecha y las cámaras empresariales. Han defendido el salvataje de su propia caja y atacado el aumento de los que menos tienen.

La ausencia total de una estrategia de lucha que impulse los planteos populares, anclada en la gran aceptación de los trabajadores y los de abajo, de los contenidos de la papeleta, hablan a las claras de la voluntad de prestarse a un simposio y simulacro de participación que terminará seguramente en nada, buscará algún placebo para los más jodidos mientras consolidará los aspectos más regresivos en beneficio de las patronales, exoneraciones, subsidios y toda clase de prebendas en sus aportes.

Entonces…no seremos participes de este circo, de este lobby, que nos quita tiempo e independencia política para desarrollar nuestros planteos estratégicos como clase. No nos cuenten, para ese teatro.

Las pautas de consejos de salario no son la excepción en este escenario

Desindexación de los salarios, dejando fuera de los ajustes elementos de la canasta básica y las innovaciones que no garantizan ni aumento real, ni siquiera acompañar los cambios económicos que siempre favorecen al patrón y al gran capital.

Más de medio millón de trabajadores y trabajadoras con salarios sumergidos no encuentran con estas pautas salariales una salida a su situación; desempleo concentrado en jóvenes y mujeres sin proyección de modificarlo y colocar un escenario de salario digno y establecer algo de justicia. Son pautas de hambre que abrigan al patrón. Luego de un proceso de congelamiento y rebaja salarial que arrojó los resultados que hoy están a la vista, es necesario establecer aumentos significativos que modifiquen la realidad de forma inmediata.

Campea la represión antisindical y la arbitrariedad patronal. Desde el gobierno se es cómplice de esta situación al no desarrollar políticas que frenen la mano a la impunidad empresarial. Las patronales se paran firmes para barrer conquistas y sindicatos, caso del sector lácteo o la pesca, donde luego de un prolongado conflicto, el gobierno no hizo lo más elemental: retirar los permisos de pesca a patronales rancias que se vienen beneficiando desde la dictadura y atender un justo reclamo obrero.

Se programan cambios estructurales como por ejemplo en el transporte, dándole entrada no solo a multinacionales sino destinando dineros públicos que pueden ser utilizados en otras emergencias. Sin embargo, al mandato de organismos internacionales se planifican y se harán cambios que, de no encontrar sindicatos firmes, arrasarán con fuentes y puestos de trabajo actuales. Se deja morir el transporte de pasajeros en el tren, aislando pueblos enteros en el interior que no tienen como trasladarse por trabajo, salud o educación.

Para tener una dimensión del drama de nuestro pueblo, veamos las siguientes cifras. En nuestro país, aproximadamente 1.200.000 personas son trabajadores asalariados, públicos oprivados. 548.000 de estos asalariados ganan hasta 25.000 pesos mensuales y al interior de ese universo, cerca de 166.000 personas no alcanzaron a superar los 15.000 pesos; además existen

164.000 desocupados. Al sumar los salarios sumergidos y los desempleados tenemos 712.000 personas sin poder tener un salario digno o ni siquiera uno, lo que representa el 40% de la población económicamente activa, una cifra que indica la tendencia del modelo capitalista a generar enormes contingentes de desocupados y subocupados para exprimirlos a su antojo.Sumada a esta situación de precariedad y empleo chatarra, la informalidad se vuelve irreductible,siendo el 23,7% la tasa nacional, tasa que esconde realidades

departamentales infames, siendo los departamentos más afectados Artigas (55,8%), Cerro Largo, (47%) y Tacuarembó(38,8%).

Es importante plantearnos hasta cuándo seguiremos esperando el reparto de las mieles que generamos los trabajadores, hoy con la increíble potencia de la tecnología y el aumento del producto no se puede tolerar más salarios de hambre, hay que repartir la torta. El PBI del país ha crecido hasta más de 81 mil millones de dólares, a cada habitante le corresponderían cerca de 24 mil dólares anuales de la torta del producto, algo así como 87.000 pesos por mes a cada persona. Esa es la riqueza que generamos los trabajadores y se la llevan los patrones, que cada vez más son enormes conglomerados multinacionales, ni siquiera les vemos la cara y se llevan el pan de los niños que pasan hambre, los condenan a la pobreza.

El correlato de todo esto es la miseria más extrema que viven miles de hermanos y hermanas de clase en situación de calle, en los rancheríos, en las zonas olvidadas del país. En un país productor de alimentos para más de 36 millones de personas, sigue faltando el alimento para satisfacer las necesidades plenas a 400 mil uruguayos. Eso no se arregla con bonos, se arregla en principio, gravando al gran capital.

En Uruguay hay 17.675 millonarios, de los cuales hay pocos datos, siquiera el volumen total de su riqueza, que seguramente esté concentrada en pocos miles de ellos. Otros datos nos dicen que el 35 o 40 % del patrimonio del país está en manos del 1% de la población. Es decir que entre 28 mil y 32 mil millones de dólares están en manos de aproximadamente de 34 mil personas. Es probable que su nivel de riqueza sea mayor. El impuesto propuesto por el PITCNT a estos sectores recaudaría 800 millones de dólares, cerca de 1% del PIB, lo cual es una cifra considerable, pero insuficiente.

Sin embargo, diversos representantes políticos y gerenciales de los dueños del país salieron a la palestra a criticar esta idea y que ello iría en detrimento de la economía. No están dispuestos a dejar un peso a la sociedad, tal cual burgueses son unas ratas miserables; cualquier mínima modificación es vista por esa clase ociosa como una medida “revolucionaria”. Es la historia de nuestro país: ante cada intento de impuestos o pequeña reforma han puesto el grito en el cielo, lo mismo referido al tema de la tierra y su reparto a los sectores populares. Para la burguesía criolla no están en discusión sus ganancias y sus propiedades. Han impedido históricamente cualquier mínimo avance en este sentido.

La pregunta que tenemos que hacernos los de abajo, el movimiento popular en su conjunto es ¿hasta cuándo vamos a tolerar que los ricos se lleven toda la riqueza y tengamos compañeros/as en la calle con hambre y una miseria generalizada?

Un pasado que nos convoca a un futuro de justicia

En este mes de octubre nuestra Organización cumple 69 años. Recordamos también los 89 años de la Revolución Española, de la gesta del pueblo español por una sociedad diferente, luchando armas en la mano contra el fascismo y las clases y sectores dominantes entre 1936 y 1939. Ello no surgió de la nada; se forjó en más de 70 años de construcción organizativa del pueblo y se fue forjando Poder Popular en esas tierras, que permitió al calor de la guerra hacer la Revolución y construir colectividades de carácter socialista libertario.

Esa historia y ejemplo de miles de luchadores sociales a lo largo y ancho del mundo, pero también aquí, el ejemplo de nuestros compañeros como Juan Carlos Mechoso, Elena Quinteros, Pablo Farías, Telba Juárez y tantos otros y otras que han plantado la semilla de la lucha popular por una sociedad diferente, sin oprimidos ni opresores, nos llama a continuar esa lucha.

El camino es largo, hay que construirlo y transitarlo. Es con pueblo en la calle y desde abajo.

¡¡A DERROTAR LAS POLÍTICAS DE HAMBRE!!

¡¡NO AL GENOCIDIO DEL PUEBLO PALESTINO!!

¡¡ARRIBA LOS Y LAS QUE LUCHAN!!

FEDERACIÓN ANARQUISTA URUGUAYA

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