A partir de la gran jornada de paro y movilización del 28 de abril, múltiples sectores de la sociedad colombiana han manifestado su profundo inconformismo con el gobierno de turno y sus nefastas políticas neoliberales. La insatisfacción general, que se ha mantenido estos 7 días a pesar de que el Presidente, el uribista Iván Duque, haya retirado del congreso el proyecto de reforma tributaria y aceptado la renuncia del Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, ha sido fuertemente reprimida por parte de la policia y las fuerzas militares. Ante la presión popular, los gobiernos locales y el gobierno nacional han respondido con brutal violencia, asesinando a más de 20 jóvenes, abusando sexualmente de manifestantes, persiguiendo a estudiantes y defensoras de derechos humanos, disparando directamente hacia los ojos, llevando a cabo detenciones arbritarias, y cometiendo actos constantes de agresión física y golpizas. La Defensoría del Pueblo ha reportado, a la fecha, 89 personas desaparecidas. El gobierno de Duque no ofrece garantías para el ejercicio pleno del derecho a la protesta y la reunión, masacrando en las calles de Cali, Palmira, Buga, Guacaría, Jumbo, Ibagué, Bogotá, y en todo el territorio nacional a quienes han salido a protestar. Estos horroros actos pretenden quedar en impunidad y frente a ello responsabilizamos en su totalidad al Estado y hacemos un llamado a solidarizarse con el pueblo en lucha, a la resistencia, y a la defensa en las calles de nuestros derechos y nuestras vidas.
Contra la precarización de nuestras vidas,
¡No a la brutalidad policial!
¡La lucha sigue!
