Declaración de FAU sobre los dichos de Topolansky

Desde la Federación Anarquista Uruguaya repudiamos enérgicamente las recientes afirmaciones de Lucía Topolansky y José Mujica sobre los crímenes perpetrados en la última dictadura. Hoy como ayer reafirmamos nuestro compromiso en la defensa de los derechos humanos. En relación a ello, tomamos un extracto de un comunicado sobre el tema realizadas hace un tiempo pero que tienen hoy plena vigencia.

Dichas declaraciones habilitan al pedido de conmutar penas y otorgar la libertad por parte del Poder Judicial a un conjunto de asesinos que practicaron el Terrorismo de Estado. Esos “viejitos” como ha dicho Mujica en otra ocasión, eran capaces de las mayores atrocidades y continuaron actuando luego de 1985. Terrorismo de Estado que no fue únicamente aquí en Uruguay, fue en todo el Cono Sur de la mano del Plan Cóndor y la potencia imperialista Estados Unidos.

Nuestro mayor rechazo a este tipo de afirmaciones y a los intentos por olvidar el pasado, igualar a asesinos amparados por el Estado con luchadores sociales y toda la infamia que intentan sembrar.

La bestia debe morir

Los Derechos Humanos en el Uruguay

Historia de infames, cómplices y “amnésicos»

“Fueron noches de horror. Fueron años de indescriptible crueldad. El sistema había largado la bestia a la arena. Lo humano, el respeto a la vida, eran valores despreciables, solo una risa macabra resonaba. El pensamiento independiente, la reflexión, la dignidad, merecían el garrote o la bala. Extendían sobre el tejido social el terror perverso y patológico. Lo más monstruoso y maligno tenía patente oficial. Quisieron construir una sociedad en silencio, gris, regida por cuatro normas, sumida en el miedo. Quisieron borrar de un plumazo valores que fueron producto de tantas luchas de la humanidad y que tanto dignificaron la condición humana.

Se pusieron con ahínco en la tarea. Endemoniados, con odio brutal, con saña cobarde. No respetaban niños, mujeres, hombres del pueblo, idealistas abnegados, soñadores de un mañana mejor. No, no estaban solos los que más aparecían. Un conjunto de dictaduras del Continente, un Plan Cóndor, una mano de servicios imperiales, el apoyo de grupos económicos y políticos los impulsaban. Muchos son esos grupos de poder que aún hoy, desaparecida la coyuntura del trabajo sucio, siguen apoyando la monstruosa política desarrollada. Consecuentemente entienden, que son formas de asegurar el sistema de privilegio, ¿tantas veces en la historia las han utilizado? Es mucho y horrible lo ocurrido, tanto que al recordarlo hasta pesa y duele el pertenecer a esa misma raza humana. ¿O serán mutantes del poder? Nos legaron esos dolores y desgarros que ni siquiera pueden producir una lágrima.

Los cómplices del poder y lo que lo ostentan. Lo ponen en nebulosa. No quieren que se hable en voz alta de asesinos y torturadores, mucho menos de sus cómplices.

No queremos ser cómplices, ni llegar a tener un sentimiento aguado o gelatinoso. No. Hay cosas que no se pueden perdonar. Salvo que se nos haya atrofiado el «alma».

El pueblo, los pueblos, esos que las historias hechas desde la elite y cúpulas desprecian, han conservado en su imaginario, en el profundo de su corazón, el sentimiento de repugnancia a las atrocidades, así como el recuerdo tierno, respetuoso por todos aquellos que fueron víctimas de la barbarie. En ese pueblo se ha conservado e ido creciendo el repudio a ese mundo del atropello y de la muerte. En el pueblo, las instituciones sociales, los familiares está el legítimo interlocutor; él está exento de cálculos, él constituye la única vía para lograr una verdadera justicia.

Para los monstruosos crímenes de humanidad no puede, no debe haber justificativo alguno. No los hay. Solo el total de la verdad podría iniciar un camino.

Ni olvido ni Perdón”

FEDERACIÓN ANARQUISTA URUGUAYA

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