La violencia en Medio Oriente sigue en un ritmo de crecimiento exponencial. Los patrones de la guerra, socios principales del capitalismo neoliberal, imponen la muerte a los y las de abajo, mientras se hacen más ricos con las inversiones bélicas de sus Estados.
Este accionar es en realidad una estrategia de dominio mundial, de apropiación de riquezas y territorios, de petróleo y gas… Y un gran botín para los intereses de la industria armamentista.
EEUU junto a Israel —su socio en esta andanada—, esparcen su ideología de prepotencia, intimidación y violencia. No necesitan materiales complejos para difundirla, solo basta con azuzar el fantasma nuclear y unos pocos slogans: “el bien contra el mal”, «la lucha contra el terrorismo”. Los medios de comunicación y las redes sociales, controladas por ellos mismos, lo replican. Y la censura está de su lado.
Tras permitir que el Estado títere de Israel llevara a cabo ataques ilimitados en territorio iraní, Estados Unidos ha entrado ahora en el conflicto. Se trata de la materialización de una obsesión que desde hace décadas tienen muchos miembros de la élite dirigente de Estados Unidos: el deseo de derrocar el régimen de Irán. Esta obsesión nace de la derrota estratégica sufrida por Estados Unidos en 1980, cuando su marioneta elegida fue depuesta durante la revolución iraní, pero también, y mucho más releventamente, se debe a las nuevas estrategias imperialistas en las que los Estados Unidos intenta avanzar.
Estos ataques contra Irán dirigidos por Israel, Estados Unidos y la OTAN tienen lugar mientras China, como potencia consolidada, y Rusia, estado que no deja de perseguir el estatus de potencia europea, esperan y hacen su juego en un escenario de desbordadas tensiones internacionales y aumento exponencial de la lucha de clases.
Frente a los ojos ciegos bien abiertos del mundo, el territorio palestino es devastado y su población exterminada. Una zona sitiada, un apartheid.
Ahora, el ataque a Irán, un régimen que molesta no por autárquico sino porque no sigue los intereses imperiales occidentales, y porque además es una zona geopolítica clave en Medio Oriente. Irán se defiende pero su población civil es masacrada.
Las nuevas tecnologías al servicio de la guerra contra los pueblos, proliferan. Drones y misiles de nueva generación que se ciernen sobre la población indefensa, sobre niños, niñas, ancianos, ancianas… Tecnología tan precisa que no encuentra terrorismo sino miles y miles de víctimas inocentes cada día.
El discurso parece ser creado por el ministerio de la verdad orwelliano y la neohabla. Los que tiraron la bomba atómica ayer son los custodios de la paz y la democracia hoy. La pretendida legitimidad de las instituciones internacionales, como la ONU, se rompe mientras observamos su absoluta incapacidad de intervención en los conflictos. Es más, esas instituciones no solo no sirven para defender a los pueblos oprimidos, sino que les ofrece legitimidad a los agresores, como hemos visto en la más reciente declaración de los países del G7, que sostiene que los ataques de Israel a Irán son su derecho de defensa. Es decir, al atacar a Irán, Israel se ensucia las manos en contra de un Estado que avanza en la capacidad nuclear, algo que les agrada a los países del norte global porque mantiene intocada a la actual estructura jerárquica del sistema internacional.
Lo que está claro es que esta es la cara más inmunda y cruel del Capitalismo, una nueva etapa histórica de articulación que recoge lo peor de las experiencias vividas, pero que intenta enmascararse, algunas veces, en nombre de la democracia y la libertad. Y otras, como en declaraciones de Trump, más llanamente enarbolando la supremacía blanca.
Estamos ante un sistema de muerte, pero sabemos que frente a la opresión hay resistencia. Que los pueblos sufren, pero también se levantan. Que la solidaridad internacional se manifiesta en movilizaciones en varias partes del mundo y que surge un clamor para parar este genocidio. Y que ante tanta barbarie perpetrada por aquellos que se dicen civilizados, los y las anarquistas nos indignamos, nos solidarizamos pero también proponemos luchar por un mundo nuevo.
¡NO AL GENOCIDIO PERPETRADO POR ISRAEL EN GAZA!
¡CESE A LA GUERRA DE ISRAEL Y ESTADOS UNIDOS CONTRA IRÁN!
CALA – Coordinación Anarquista Latinoamericana –
- CAB – Coordenação Anarquista Brasileira
- FAR – Federación Anarquista de Rosario
- fAu – Federación Anarquista Uruguaya
Organizaciones hermanas:
- OAC – Organización Anarquista de Córdoba
- OASC – Organización Anarquista de Santa Cruz
- ORA – Organización Resistencia Anarquista (Buenos Aires)
- OAT – Organización Anarquista de Tucumán
- Black Rose Anarchist Federation/ Rosa Negra Federación Anarquista (USA)
- FAS – Federación Anarquista Santiago (Chile)
- Grupo Libertario Vía Libre (Colombia)
